Por lo menos 40 elementos de la Fiscalía General del Estado han sido sorprendidos filtrando información a grupos criminales, colaborando con células delincuenciales y hasta “poniendo” a agentes para ser asesinados, según dio a conocer el director de la Agencia Estatal de Investigación, Hugo Mendoza Castellanos.
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“La traición interna es un problema muy delicado, no es exclusivo de la Fiscalía General, ni del estado, ni del país, es un conflicto global, son personas con dos personalidades, son delincuentes disfrazados de policías, que usan a la corporación sólo para lucrar”, refirió el encargado de la AEI en Chihuahua.
Aunque no concentra una cifra exacta del número de elementos que han sido identificados colaborando o filtrando información a los grupos criminales, calcula que más de 40 agentes ya han sido detenidos por este tipo de traiciones, sólo en lo que va de la administración del gobernador Javier Corral Jurado.
Hugo Mendoza dijo que lo primero que se busca atender en la corporación es reducir la deslealtad interna o de traición interna, que es lo que vulnera el sistema, a través de rastreo técnico, científico, de llamadas, referenciado de celulares, determinar cuánta gente estuvo entrelazada en ese lugar y otros mecanismos que utilizan.
“Traiciones es un problema delicado, no es exclusivo de la fiscalía, se han detectado por el órgano interno, hay órdenes de aprehensión, hay quienes pagan penas por estos delitos, donde se vulnera la integridad de las personas y se da información a los criminales, la instrucción permanente es terminar con las filtraciones”, refirió el director de la AEI.
Comentó que por muy buenas actuaciones que realicen una sola persona puede vulnerar al sistema, por lo cual implementaron varias formas de detectarlos, con el posicionamiento vehicular con GPS, que puede revelar dónde se movilizan, “los radios tienen posicionamiento satelital, el otro es el celular, los mensajes son un sistema de geolocalización y si se detecta se pide orden y se genera rastreo más profundo”.
También comentó que existen pases de lista, se registra la actividad por radio y se mantiene una supervisión de los coordinadores de grupo, sin embargo, destacó que la problemática más notoria que han registrado es cuando los agentes se encuentran en su descanso, que es cuando cometen o tienen la posibilidad de cubrir su doble identidad.
“Son delincuentes disfrazados de policías, un policía está marcada su ética, moral y su deber ser, una persona que trasgreda y se pasa al otro lado, para nosotros ya es un delincuente, son los que tenemos detectar, a estos malos servidores públicos, que se disfrazan de policías para atentar contra la misma población e institución”, refirió el director Mendoza.
Comentó que la depuración interna es básica, los exámenes desde control y confianza, el C3, el polígrafo, las entrevistas y estudios socioeconómicos, que se deben explotar todos los recursos para que las personas que estén dentro tengamos la seguridad de que son honestos para prestar un servicio a la población.
“La amenaza es constante, cuando enfrentas a una corporación delictiva y no permites que te dobleguen surge la amenaza por mantener una postura correcta, lanzan la intimidación para aceptar la dádiva, nosotros no lo permitimos y genera amenaza por no doblegarse al dominio de los grupos delictivos, el Estado de derecho debe permanecer, la autoridad debe estar presente en todos lados y no se puede perder la imagen institucional de lo que representa la justicia”, finalizó.