Militares lesionan a un civil disparándole en el pecho con un rifle de postas. Uno de los mandos, al parecer, fue el agresor, quien ayer le llamó ofreciéndole ayuda económica para evitar que lo denunciara; sin embargo, los hechos fueron puestos en conocimiento del Ministerio Público Federal y de Derechos Humanos. El Batallón Militar ha guardado silencio en torno a los hechos.
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La tarde del miércoles dos camionetas pick-up con militares a bordo alcanzaron a un motociclista, cuando éste iba a cargar combustible en una gasolinera que se ubica en la salida a Villa Matamoros, justo a un costado de donde se encuentra el cerco sanitario.
En la denuncia que interpuso ayer Heriberto Díaz Morales ante la Agencia del Ministerio Público Federal de esta ciudad, relata con detalle cómo es que ocurrieron los hechos.
Refiere que él trabaja en un taller mecánico; sin embargo, cuando fue abordado por los militares quienes lo acusaron verbalmente de ser monitor o puntero (halcón).
Menciona que al momento en que lo alcanzaron, uno de los militares, que viajaba en el asiento del copiloto de una de las camionetas le marcó el alto con un rifle de por medio, el cual activó, lesionándolo en el pecho.
Se trataba, por fortuna, de un rifle de postas, una de estas se le alojó en el pecho. La lesión fue certificada un poco más tarde en el Hospital General de esta ciudad, donde se extrajo la posta misma que pegó en una de las costillas. Además del certificado médico, las referidas lesiones se asentaron en el reporte que un par de agentes de la Policía Ministerial levantaron en el citado nosocomio.
Heriberto Díaz dijo en su denuncia que cuando sucedió el incidente, llegó hasta la gasolinera y junto con las dos camionetas castrenses. Les advirtió a los soldados que lo habían lesionado, éstos no le prestaron ayuda, por el contrario, se tomaron su tiempo para revisar sus pertenencias y seguirlo cuestionando.
Fue como media hora lo que lo retuvieron en ese sitio, sólo lo liberaron cuando el dolor empezó a agudizarse. Los militares se retiraron del lugar como si no hubiera hecho nada. Antes de irse le recabaron todos los datos con los cuales lo pudieran localizar, lo que dice, le hicieron efectivo al día siguiente.
El jueves –ayer- recibió un par de llamadas de un número que identificó como 6271083810. Del otro lado del teléfono la voz se presentó como los militares del día anterior. En la primera llamada querían saber cómo estaba, además de que le solicitaron la ubicación de su domicilio para llevarle una despensa, ofreciéndose además a pagar los gastos médicos.
Unos quince minutos después hubo una segunda llamada, en esta, le decían que no había necesidad de ir a la Fiscalía, que a cambio lo iban a apoyar económicamente y aceptando que el día anterior se les había pasado la mano, disculpando su acción con un supuesto reporte de un vehículo de similares características.
Sin embargo, ayer mismo Heriberto Díaz Morales procedió a interponer la denuncia en contra de quien resulte responsable de la agresión, describiendo las características físicas de su agresor como “alto, güero y delgado”, además de presumir que se trataba de un mando, posiblemente con grado de Coronel que era el que iba al mando.
En la denuncia se señalan contra el autor de la agresión, tres cargos; lesiones, abuso de autoridad e intimidación; sin embargo, al momento en que la agente del Ministerio Público recibió el documento desestimó los dos primeros cargos, aceptándolo sólo por lesiones.
De igual forma, ayer mismo estos hechos se pusieron en conocimiento del Visitador local de los Derechos Humanos.
Este medio de comunicación trató de ubicar una versión de la Sedena; sin embargo, no hubo respuesta del destacamento militar de esta ciudad.