Actualmente se tienen identificadas cuatro pandillas en el estado que aglutina a 42 mil jóvenes de entre los 15 y 30 años de edad. Se trata de grupos delincuenciales que se han multiplicado principalmente en Ciudad Juárez y Chihuahua capital. El investigador chihuahuense y miembro de la Federación Mexicana de Criminología, José Carlos Hernández, explicó que hoy en día las pandillas son agrupaciones del crimen organizado, también conocidas como pandillas de segunda y tercera generación.
Tan sólo en Ciudad Juárez son 37 mil jóvenes quienes integran las pandillas, en tanto que en Chihuahua capital se estima que hay 3 mil más. "La cifra parece exorbitante porque al hablar de pandillas la gente espera ver al esquinero tatuado y ya no es así, ahora camuflajean su identidad y pueden pasar desapercibidos, pero cometen delitos desde robos hasta homicidios o secuestros", explica el Mtro. José Carlos Hernández.
Las pandillas o grupos delincuenciales que a la fecha se identifican en el estado son: Aztecas, Mexicles, Artistas Asesinos y Gente Nueva; también La Línea tiene presencia, pero como brazo armado a punto de convertirse en cártel, entendiendo que un cártel es un grupo de delincuencia organizada que opera en dos o más países, y cuya actividad principal, pero no la única es el narcotráfico.
Las pandillas iniciaron en Ciudad Juárez, Aztecas, Mexicles, Gente Nueva, la ya desapercibida pandilla de los “Killer 13”, incluso desde finales de 2006 hay presencia de Mara Salvatrucha que se encuentran en todo el país.
Actualmente la fuerza la tienen los Aztecas, con presencia en todo el norte del país y parte del sur.
Los Mexicles nacen en las cárceles del sur de los Estados Unidos de Norteamérica y eran los “PRM” (Pura Raza Mexicana).
Posteriormente se fraccionan y los Aztecas se van para el lado de Juárez y los Mexicles para Sinaloa, cártel que arropó también al grupo llamado Gente Nueva y “Artistas Asesinos”, que nacen a finales del año 2006, y cuyo nombre se dio porque para ellos matar es un arte y aún dependen del cártel de Sinaloa.
Ya cuando se fracciona el cártel de Juárez, vienen los aliados del Nuevo Cártel de Juárez.
Tenía que tocar el fondo del pantano: Fabián, exintegrante de Los Zetas
“Teníamos que tocar el fondo del pantano para valorar la vida en libertad, y así poder emerger como el ave fénix, volando de nuevo, demostrando que sí podemos retornar y construir lo que en soberbia destruimos sin piedad”, son las palabras de Fabián, alias “el Chalacas”, exintegrante del cártel de Los Zetas al que perteneció durante 13 años.
Su vida delincuencial comenzó a los 14 años, participando en el sur del país en secuestros y robos; después se unió al cartel de Los Zetas donde llegó a cometer todo tipo de delitos.
Fabián perteneció a uno de los carteles más fuertes del país, llegó ahí como lo hace el resto de quienes deciden iniciar una carrera delictiva, con delitos menores como robos, que posteriormente fueron en aumento de cantidad y gravedad, llegando al secuestro.
En el año 2016, fue procesado por los delitos de delincuencia organizada, portación de arma de fuego y narcotráfico, y hasta hoy se encuentra en un Centro de Reinserción Social federal, al norte del país.
Tras ser procesado y con 27 años de edad, Fabián se encuentra consigo mismo, luego de diversos ejercicios de introspección, por lo que decidió dedicar su vida a ayudar a otras personas privadas de su libertad para que encuentren paz.
Fue en el mismo 2016, cuando el Mtro. José Carlos Hernández fungió como director de un Cereso federal y convocó al primer concurso de la mejor carta de vida en el que participaron 800 internos, donde Fabián participa con una carta muy sentida en la que expresa cómo a pesar de la destrucción que se origina al ser parte del crimen organizado, siempre hay una posibilidad de cambio y construir un nuevo presente y futuro.