Adicional a las miles de bolas de arcilla que se han esparcido en Carichí y Bocoyna, con lo que se daba por concluido el proyecto piloto para la reforestación de la sierra, se fabricaron 15 mil más que el domingo se distribuirán en Molinares, Carichí.
Para lograr el objetivo, la activista Karina Gómez nuevamente convoca a voluntarios a acudir, partiendo del Polideportivo “Beto Pérez” el domingo a las 8:00 horas.
Cabe mencionar que el menonita Bradley Unger se ha encargado de donar toda la arcilla que se ha utilizado en la elaboración de las “bombas de vida”.
“Va a ser la tercera y última jornada de reforestación. Vamos a trabajar en áreas que fueron incendiadas en los últimos meses. Requerimos el apoyo de entre 100 y 150 personas. Nos vamos a ir en los camiones de La Norteñita. Ahí les vamos a hacer entrega de kits que constan de cachucha, morral, alimentos y bebidas”, dijo
El 31 de julio inició la aventura con la distribución de 70 mil bolas de arcilla en Las Canoas, municipio de Carichí, una zona montañosa devastada por los incendios forestales. El 15 de agosto llegaron 300 mil a San Juanito, Bocoyna, las cuales se esparcieron en 400 hectáreas afectadas por la tala clandestina.
En ambas actividades estuvo involucrada gente que viajó desde Cuauhtémoc.
El proyecto piloto bajo el nombre de “Neja Rakála”, había concluido con las 370 mil bombas de vida, sin embargo vieron la posibilidad de extenderlo un poquito más.
El menonita Bradley Unger comentó que al donar la arcilla busca sumarse a la causa y servir a la comunidad. Expuso que está interesado en más adelante contribuir a la siembra de árboles utilizando avionetas.
Cabe recordar que Unger convocó a pilotos menonitas que a bordo de avionetas ayudar a mitigar los incendios de Carichí.
Las bombas de vida son bolas de arcilla que contienen semillas de pino y los fertilizantes orgánicos necesarios para el crecimiento de árboles. Se trata de un método japonés que incluye el lanzarlas sobre la superficie y la propia naturaleza y las lluvias se encargan de hacer el trabajo necesario para el desarrollo de los pinos.