En lo que va del año, en Chihuahua, un total de 11 menores de edad han sido asesinados por presunta violencia familiar, donde el 80% de los casos corresponden a violencia propinada por los padres de los menores y el resto, corresponde a familiares o tutores que se encuentran a cargo de estos menores de edad.
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Este recuento es el que ha registrado la Fiscalía General del Estado en el estado de Chihuahua, donde a la fecha las corporaciones han podido localizar a las 11 víctimas mortales, en hospitales o en los mismos domicilios, con rasgos de hematomas severos, que terminan con la vida de los niños en cuestión de segundos.
Desde enero hasta diciembre de 2022, la misma corporación registró un total de 11 casos similares a los reportados hasta los primeros días de diciembre de 2023. Esto implica que, en un lapso de dos años, al menos 22 menores de edad han perdido la vida como resultado de la violencia infligida por algún tutor o familiar cercano.
En la región norte del estado, que abarca a Juárez y sus alrededores, se han contabilizado un total de cuatro homicidios de niños, mientras que en Chihuahua y alrededores se han contabilizado tres casos más, en la zona de Cuauhtémoc y sus alrededores registró dos casos más y en la región noroeste, hay documentado un caso más, según los datos estadísticos de la Fiscalía General del Estado.
De acuerdo a los archivos, los menores pudieron haber sido asesinados por diferentes causas, pero la que más prevalece, es la violencia en su contra que en su mayoría es la que es propinada por algún adulto, es decir que por los padres o tutores que tienen la responsabilidad por ver por su integridad.
Entre alguno de los factores que han podido detectar los agentes investigadores, es que en muchos de los casos, no en su totalidad, existen agresiones que se derivan de un consumo de drogas, así como de bebidas alcohólicas, que posiblemente facilitan o detonan este tipo de comportamiento.
El caso más reciente, fue el cometido el pasado 2 de diciembre, en la colonia Praderas del Sur, donde se registró un lamentable suceso, luego de que una menor de tres años de edad, identificada como Itzel, perdiera la vida a raíz de una agresión física que sufrió el pasado sábado, según lograron evidenciar los elementos de seguridad quienes lograron resguardar el cuerpo de la menor.
Los hechos ocurrieron en la calle Granjas San Joaquín, en la colonia antes mencionada, donde según la investigación de la Fiscalía de la Mujer, una pareja de sujetos golpearon a una menor de tres años hasta que quedó inconsciente y perdió la vida a raíz de esa agresión, y por este hecho habrían sido detenidos Marleny A C. y Antonio V. L., mamá y padrastro de la menor fallecida, quienes fueron asegurados y enviados a prisión.
Un par de días antes de que se consumara la muerte de Itzel, el 30 de noviembre, surgió otro caso similar, pero en este caso en contra de una bebé de cuatro meses de nacimiento, quien según los primeros indicios se reportó como una agresión física, posteriormente se catalogó la muerte por asfixia por ingesta de alimentos y después se determinó que los padres se encontraban drogados y los consignaron por omisión de cuidados.
Los hechos ocurrieron en la colonia Lealtad II, donde los agentes municipales localizaron al bebé en un terreno baldío, mientras que el sujeto escapó del lugar, pero posteriormente fueron detenidos y puestos a disposición de las autoridades correspondientes; los padres fueron identificados como José Samuel A. P., y Brenda Berenice M. V., quienes se mantienen en prisión preventiva.
Otro de los casos que causó gran indignación en la ciudad fue la muerte de Ximena, de tres años de edad, ocurrida el mes de abril del presente año y quien al parecer fue asesinada por sus padres, quienes le habrían propinado una fuerte golpiza, la cual finalmente le arrebató la vida al interior del domicilio.
Los presuntos responsables fueron identificados como Mónica Karely O.E. y Francisco V.P., quienes cuentan con 19 y 22 años, respectivamente, y fueron detenidos el pasado 18 de abril, luego de que entregaran a Ximena a las autoridades de salud del Hospital Infantil en la ciudad de Chihuahua, ya que argumentaban que la menor se había caído y que se había puesto mal.
Sin embargo el personal médico al hacer una revisión de la niña de tres años detectó que contaba con varias lesiones en casi la totalidad del cuerpo, y que las mismas contaban con diferentes temporalidades, por lo cual se sospechó que los titulares de la menor habrían golpeado a la misma en repetidas ocasiones y posteriormente se determinó su participación en los hechos.