Ante el enfrentamiento armado registrado ayer en Guachochi entre miembros del crimen organizados y autoridades federales, la Diócesis de la Tarahumara se pronunció al respecto y exigió a través de un comunicado una política y una estrategia de seguridad que evite la muerte, la sosobra, el espanto y la angustia de tanta gente de la Sierra Tarahumara y en general de todo el país.
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En un documento firmado por el Obispo de la Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval se expresa que lamentan los hechos que han sucedido el día de ayer en su querido Guachochi, Chihuahua.
"Son situaciones que nos indignan y nos entristecen, ya que no solamente nos hacen sentir l vulnerabilidad y la impotencia que tenemos cuando por momentos pareciera que estamos en 'estado de guerra', donde se habla y se manda un 'toque de queda', 'suspensión de clases', 'cierre de negocios', 'no salir a la calle'... pues, ¿en qué país estamos?, ¿dónde y cómo están creciendo nuestros niños y jóvenes?, ¿qué no tenemos un Estado de Derecho donde como ciudadanos se nos den nuestras garantías individuales?".
El texto continúa que ante el llamado de la ciudadanía, reconocemos y agradecemos a las autoridades de seguridad, la respuesta pronta y oportuna que tuvieron en este trágico suceso, pero sabemos que eso no basta.
De manera enérgica, el escrito indica que, como Iglesia, como creyentes, como chihuahuenses y como mexicanos ¡QUEREMOS Y EXIGIMOS! una política y una estrategia de seguridad que evite la muerte, la sosobra, el espanto y la angustia de tanta gente de nuestra Sierra Tarahumara y en general de todo el País.
“No puede, ni debe estar en manos de grupos criminales la vida en un hito de la ciudadanía. La sociedad civil ¡buscamos y queremos la paz! Queremos que nuestros tres niveles de Gobierno, nos escuchen y respondan”.
Señalan: ¿En Qué momento se les fue su poder y autoridad, para hacer cumplir la ley? ¡QUEREMOS LA PAZ! ... éste y no otro, es nuestro reclamo e indignación. ¡No se puede, ni se debe frenar la vida ciudadana por el flagelo y el estallido de la violencia!
“Como creyentes en Jesucristo Príncipe de la Paz y Santa María de Guadalupe Madre nuestra, seguiremos promoviendo formas y metodologías que ayuden a la reintegración del tejido social. Pero, pedimos y suplicamos, que nuestras autoridades civiles, cumplan y hagan lo que les corresponde, al fin de cuentas, por eso y para eso "están donde están", para eso "les elegimos".
Piden a los grupos criminales, como hijos, hermanos, connacionales, paisanos, les pedimos que reflexionen, que busquen otros caminos legítimos para tener y llevar una vida digna, se pongan en un estado de conversión para que se reconozcan hijos amados de Dios y eso los lleve a deponer las armas. La Iglesia y en general la ciudadanía, ¡no somos sus enemigos, ni adversarios!, somos gente de buena voluntad que queremos y exigimos vivir en paz.
A ustedes autoridades de gobierno y grupos armados del crimen organizado, tambien coo Iglesia Católica y como creyente, les ofrecemos nuestra ORACIÓN para que encuentren caminos que nos lleven a todos a la cordura y racionalidad, de vivir en un país, donde a todas y todos se nos respeten nuestras garantías individuales y nuestra dignidad humana.
Repetimos: "No podemos, ni queremos vivir en guerra" ¡QUEREMOS LA PAZ!
A todas y a todos, Dios nos dé su luz y su gracia, para vivir verdaderamente en paz, en el país que tanto amamos: ¡MÉXICO!
El documento lo firman el Obispo Juan Manuel González; secretario Canciller, José de Jesús Mata y los presbíteros, Héctor Fernando Martínez Espinosa, Vicario General y de Pastoral, Gabriel Parga Terrazas; Vicario Episcopal de Pastoral Indígena y de la Zona Sur.
Además, Joel Cruz González, Vicario Episcopal de la Zona Norte; Jesús Velázquez Hernández, Vicario Episcopal de la Zona Occidente y Enrique Urzúa Romero, Vicario Episcopal de la Zona Centro.