"La comunidad indígena está reconstruyendo el templo a su manera y a sus posibilidades, todavía se padece el temor, las comunidades mestizas todavía no están en el lugar y la próxima semana es crucial, ya que es el regreso a clases, sin embargo, los maestros fueron reubicados y no creo que haya alguien que quiera venir para acá", expresó el Padre Enrique Urzúa ante los hechos violentos que se suscitaron en la comunidad de Santa Anita el pasado mes de junio donde el recinto religioso recibió más de 700 disparos de arma de fuego de grueso calibre en su fachada, al interior se localizó una granada y al exterior el cuerpo de un joven sin vida además de una camioneta calcinada.
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El sacerdote de Guachochi y encargado de la iglesia de Santa Anita, Enrique Urzúa donde se suscitaron los hechos, informó que a casi dos meses, la comunidad todavía se encuentra atemorizada, al menos dos familias de mestizos regresaron que son quienes tienen las tiendas del lugar.
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“Vamos a ver esta semana es así como que importante porque en esta semana y la siguiente pues iniciamos clases, entonces es importante también mirar el comportamiento pues de las instituciones educativas es decir, regresan o no regresan y yo creo que también eso están esperando la comunidad mestiza, pues para ver si regresa o no, entonces, digo, yo creo que esta semana y la siguiente son importantes”, refirió Urzúa.
Dijo que la comunidad indígena ha ido regresando poco a poco y ahorita se encuentran en la reconstrucción del templo, pero ellos (comunidad indígena) a su manera y a sus posibilidades son quienes están reconstruyendo el templo.
“Tampoco hay muchos recursos, pero es la misma comunidad la que lo está haciendo, es lo que están trabajando, tratando de resanar, ya quitaron las puertas, los mestizos en su mayoría todavía no regresan a la comunidad”, señaló.
Indicó que ya se dio apertura al menos a dos tiendas que son propiedad de los mestizos, siendo de las pocas familias que regresaron y es de donde se proveen de alimentos los indígenas, inclusive de la parroquia siguen llevando dotaciones.
“Hemos seguido atendiendo y hemos seguido llevando algunos víveres a la comunidad desde aquí desde la parroquia, es la manera en la que hemos ido acompañando a la comunidad”, indicó el sacerdote de Guachochi.
Fue enfático al señalar que la próxima semana es de vital importancia por el regreso a clases, sin embargo, algunos maestros que estaban ahí y que sufrieron todas las situaciones de violencia fueron removidos.
“No sé si hay quien quiera ir más bien para allá, ahorita el papel yo creo que de los supervisores escolares y eso pues no es sencillo, no es fácil”, culminó el párroco.