La familia Galdeán Castrejón festeja el Día de Muertos con la hechura del tradicional altar, en memoria de sus más cercanos seres queridos; tradición que les han inculcado sus familiares de décadas, donde para este año al no poderlo colocar en casa de sus padres, lo hicieron en su propio hogar en conjunto con sus tres hijas, el cual lo iniciaron el día 28 de octubre.
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Hay que destacar que en México cada pueblo y región tiene sus propias tradiciones, además de usos y costumbres. Pero si hay que encontrarnos en cada uno de ellos, es sin lugar a dudas, la celebración del Día de Muertos en la que cada familia se prepara para recibir a las almas de los seres queridos que han abandonado esta vida.
Zaira Imelda Castrejón Iñiguez, mencionó que ellos desde hace muchos años en su familia materna, siempre han celebrado estas fechas poniendo el altar, pero es la primera vez que lo ponen en su hogar, ya que antes lo hacían en casa de sus abuelos en compañía de todos sus familiares.
En este sentido, mencionó que se reúnen y hacen calaveritas para toda la familia; pero ante la pandemia hoy no será igual tomando la decisión para no perder la costumbre, en compañía de sus tres hijas y esposo lo hicieron en casa.
El altar lo pusieron en memoria de sus abuelos maternos y paternos, tíos y un sobrino, se tuvo la intervención de los cinco integrantes de la familia, donde con anticipación se hicieron las compras de utensilios que pusieron, así como de comidas que les gustaban.
Ante esto, resaltó que la creación del altar fue orientada por un primo de Gómez Palacio, Durango, el cual debe tener varios niveles y se va construyendo por día a partir del 28 de octubre y termina el 2 de noviembre.
En este sentido, informó que es común que el primer día se hacen los niveles y se prende una veladora, se coloca una flor blanca; al siguiente día se añade otra veladora y se ofrenda un vaso de agua.
Para el día 30 se enciende una nueva veladora, se coloca otro vaso de agua y se pone un pan; el día siguiente se coloca la fruta de temporada. Para el 1 de noviembre se pone la comida dulce, el chocolate y las flores y el día mayor, se coloca la comida preferida de los difuntos y la bebida que les gustaba.
Para terminar Zaira Castrejón Iñiguez, expresó que fue muy padre el poner el altar en honor a ocho seres queridos, donde en conjunto con sus hijas Debanhi, de 12 años; Melani de 8 y Estefani de 5, así como su esposo Víctor Arnoldo Galdeán Varela, disfrutaron de esta costumbre en su familia y de esta manera recordarlos; además con su familia la costumbre de las calaveritas literarias se las estarán mandando vía mensaje por WhatsApp.