Con tareas de limpieza, elaboración de alimentos, reforzamiento escolar, actividad con juegos de mesa y restricción en los de video o televisión, la familia Sierra Ponce hace más ameno y menos monótono el tiempo en casa, para enfrentar la contingencia ante el Covid-19.
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Se distribuyen los horarios realizando diversas actividades para que lleven a cabo los hijos, entre ellos para que no sientan la contingencia, entre otras cosas; pero tratan siempre de mantenerse ocupados, afirmó la profesora Aracely Ponce.
La maestra destacó que, ante la situación, están tratando de hacer los horarios regulares de dormir y despertar a la hora habitual; más bien con las niñas pequeñas de 4 y 7 años, así como hacer una serie de actividades para no caer en la monotonía.
Utilizan juegos de mesa, como rompecabezas, memoramas, lotería, basta, colorear dibujos infantiles que se les imprimieron, además de jugar al “No te enchiles” y al Jenga.
Colaboran en la elaboración de alimentos, como postres y decoración de galletas, así como hacer restas, sumas y sus dibujos favoritos en un pizarrón; ayudan a barrer, trapear y separar la ropa que se va a lavar, mientras que los más grandes de 18 y 19 años se ocupen en limpiar y ordenar sus recámaras.
La convivencia, de repente, se torna un poco difícil, agregó la maestra Ponce; pero tratan de verlo como una oportunidad de aprender algo nuevo y convivir mejorando su relación.
En ocasiones la desesperación de no poder salir los abruma, ya que dejaron completamente de su rutina, el no poder convivir con los amigos, no poder salir, más bien para los mayores, es complicado por el hecho de que escuchan la palabra muerte con mayor frecuencia; se ven preocupados y están alerta de lo que pasa.
Por su parte, con los hijos más pequeños las discusiones por cualquier cosa se han hecho más comunes; quieren jugar con lo mismo, usar los mismos colores para dibujar, entre otras cosas, pero “tratamos de mantenernos ocupados”.
