A 25 años de la creación de la Dirección de Turismo y Cultura de Parral, existen grandes avances y al mismo tiempo estancamientos. Mauricio Euresty, fundador, hace un recuento y sugiere que en promoción turística hay que apostarle al origen de este proyecto: lo cultural e histórico. La comida, los monumentos históricos y dejar de depender del artista en turno. Pondera el manejo de las Jornadas Villistas a través de comités, en donde se involucre gobierno y empresarios del ramo turístico.
¿Qué veinte años no son nada? Claro que lo son. Y 25 lo son aún más. Así lo dice el hombre que se fue siendo un joven y pasó un cuarto de siglo viajando, conociendo otros personajes, otros aires y otras tierras; resaltando lo importante del regreso a la patria chica, del terruño donde inició el sueño de la veta turística parralense.
Así pues, es justamente Euresty González, actualmente director de Canadá Beef en Latinoamérica, quien puede hacer una valoración objetiva de lo que se está haciendo, de lo que no se ha hecho o aún falta por realizarse. La vista es de desde un ángulo exterior alejado de los jaloneos internos de la política, desde la óptica de quien fue el primer Director de Turismo y Cultura de la ciudad.
Todo empezó –recuerda con nostalgia-, cuando era estudiante universitario, ya que fue en esa etapa de su vida cuando sintió la necesidad de aprender e investigar sobre el Archivo Histórico de Parral, mientras se encontraba estudiando fuera de la ciudad. De regreso a su tierra natal desarrolló una tesis basada en la historia de Parral, a la cual llamó “Museo de historia de Parral y necesidad de realidad”, por la que trabajó por más de dos años.
EL GÉNESIS DE TURISMO Y CULTURA
No es fácil iniciar algo nuevo y menos en lo que nadie cree. Crear de la nada y empezar un vector económico que no necesariamente se desarrollara como se quiere y al ritmo deseado. Al final la constancia traza rumbos, sus inflexiones y la gran resultante trascenderá más allá de los personajes, porque son instituciones para el servicio de una población. Nunca estará marcado el punto final.
¿Cuándo surgió la idea de hacer algo por rescatar el Archivo Histórico?
Fue durante la Administración de Don Adalberto Gutiérrez. Al terminar mi tesis en el año 1995 le entregué al alcalde electo -Jesús José Villalobos-, un tanto y de ahí me invitó a participar en la Administración. Ahí surgió la Dirección de Turismo y Cultura.
¿En qué lugar fue donde se encontraron partes del Archivo Histórico?
No estaba en un solo lugar: una parte en el rastro municipal, en la biblioteca Benjamín Franklin y en el Centro Materno.
¿Quiénes apoyaron?
El Gobierno Federal, el Estatal dirigido en ese momento por Francisco Barrio. ¡No querían ceder a tal petición, pero finalmente se otorgó apoyo! El Batallón de Infantería ayudó a mover el archivo.
¿Y Turismo cómo surge como oficina?
No había interés por desarrollar el turismo en la ciudad; se tomó la iniciativa por realizar los primeros consejos de turismo entre empresarios y gobierno.
¿Cuánto tiempo se llevó desde la petición del catálogo y que Parral fuera reconocida como lugar turístico?
El levantamiento comenzó en 1995 con una inversión municipal, estatal y federal. Tardó seis años para que Parral fuera denominada Ciudad de Monumentos Históricos. En cuanto al Turismo en la ciudad se inició con la Dirección de Turismo y Cultura.
¿Qué fue lo que utilizaron para atraer la corriente turística a nuestra ciudad?
La imagen del General Francisco Villa bajo las conocidas “Jornadas Villistas”. No sólo implicaba hacerlo como una jornada cultural, también de esparcimiento y atractivo turístico.
¿Y cómo iniciaron?
Se invitó a personas que hablaran de la historia del “Centauro del Norte”, como a Celso Garza Guajardo, importante forjador de la crónica y la historia regional en Nuevo León, quien habló de la figura del General Villa y su paso por Monterrey. Esta primera etapa del desarrollo de las Jornadas Villistas, el objetivo era comunicar a los parralenses que había la necesidad de cuidar los monumentos históricos porque podrían ser la mejor atracción para los turistas.
¿Cuándo usted llega a la Administración pública ya estaban las Jornadas Villistas?
Estaba el inicio, pero no desarrolladas como para traer el turismo a nivel nacional e internacional. Eran algo local. Se intentaba hacer un nivel artístico, cultural tal como lo es hoy.
¿Quiénes iniciaron?
Se inició un grupo que se denominó “Desarrollo Cultural Parralense”, con la exposición de objetos de valor histórico, se hizo en la casa Griensen. Duraba abierto dos meses. Se cobraba una cuota. Había piezas del Palacio Alvarado –que aún no era de gobierno-, como fotografías que no se habían exhibido antes. Fue el primer Museo de Sitio en Parral.
Y a 25 años de distancia ¿usted cree que sí había la visión de lo que son ahora las Jornadas Villistas?
Fue la primera etapa de lo que es ahora Parral. Actualmente puedes visitar el interior de la mina y lugares que no se creía que podrían ser abiertos al público como ahora. A través de 25 años, se ha logrado un beneficio, pensando en el bagaje cultural e histórico Parral esta casi a 400 años de su fundación.
¿Qué falta?
Voltear otra vez al rescate y la promoción de la ciudad. Parral podría llegar a estar dentro de los pueblos mágicos.
Visto desde fuera: ¿Parral es un punto obligado para la visita vacacional-histórica en los meses de junio o cree que aún falta más explotación cultural?
Las Jornadas Villistas se han ido más a la cuestión artística que a la cultural. Hay muchas cosas que aún se pueden explotar en lo cultural. Debería ser un lugar obligado a visitar a nivel estatal y federal. Para eso, debe existir un vínculo entre las autoridades estatal y municipal, promover la ciudad a nivel regional. El vínculo con la historia de Estados Unidos se ha perdido mucho en estos años, como es el tema de las ciudades hermanas.
Qué sugerirías si 25 años después te dijeran “vamos a darte la oportunidad otros tres años más”
Alinearía al Gobierno Municipal con el Estatal. Crearía un fondo real para la promoción turística de la ciudad. El Gobierno del Estado tiene uno en la oficina de Convenciones y visitantes, bajar una parte de ese fondo para la ciudad de Parral. Nuestra ciudad es punta de lanza en cuestión histórica, artística y cultural, fuera de otras ciudades. En el norte son muy pocas las ciudades que cuentan con el acervo cultural que nosotros tenemos.
Dejando a un lado el sector turístico volvamos al aspecto histórico, hablaba de que usted es quien inició lo que hoy es el Archivo Histórico. ¿Conoce la situación actual del mismo?
Hasta donde sé lo volvieron a mover de lugar. Debería estar todo en un solo lugar para que fuera una oferta para investigadores. La figura de Villa es un símbolo primordial en la historia de México y del continente el cual no se ha aprovechado.
¿Ha habido saqueo al Archivo?
No podría decirlo con exactitud. He estado fuera de la ciudad mucho tiempo, pero el solo estarlo cambiando de lugar no ayuda. Si se trabajó por tres años para mantenerlo en un solo lugar, debió haberse respetado y quedado; instalar controles de temperatura, humedad, seguridad para poderlo preservar.
¿En aquel tiempo se dieron recursos incluso extranjeros para el rescate de este Archivo?
Había una colaboración de la Universidad de Texas en cuestión de investigación.
¿Qué sugeriría para que el Archivo Histórico, sea visto como un atractivo turístico?
Conservarse todo en un mismo lugar. No moverlo para que no haya “pérdida” de información. Un directorio que cuente con todos los datos para que se promocione en las universidades y asociaciones que hacen investigaciones históricas. Hay asociaciones de paleógrafos o de investigadores en todo el país, que podría interesarle la visita a nuestra ciudad con fines de investigación, pero le falta ese detalle de promoción.
¿Recuerdas haber encontrado algún hecho en el Archivo, el cual jamás había sido revelado hasta el momento?
Hay un sinfín de hechos históricos. Don Rubén Rocha Chávez hizo varios libros de investigación histórica, cuando lo hizo el Archivo no se encontraba en un solo lugar.
¿Qué tanto le hace bien o mal la política al aspecto turístico e histórico de la administración pública?
El problema es que no se han valorado las riquezas de Parral; estar enfocados en otro tipo de “política”, no sólo en la cuestión turística, también histórica y cultural.
Cómo sugeriría usted entonces que se manejara, ¿excluyendo el albedrío del Presidente o del Gobernador en turno?
Esa fue la razón de crear los Consejos Municipales de Turismo. Desconozco si se sigan llevando a cabo, pero la creación de esos consejos fue para que quienes tienen una inversión en un hotel, en un restaurante, en un sitio histórico, museo, etc. Pudieran tener realmente algún beneficio. Para escuchar las voces de quienes intervienen en lo turístico.
¿Qué cree usted que le haga falta a Parral para convertirse en punta de lanza a nivel nacional?
En cuanto a promoción histórica de Parral se ha hecho muy buen trabajo. Debería retomarse la cuestión cultural e histórica para promoción internacional; esa parte se debe explotar. El reconocimiento de Parral como fuente para la investigación, para gente que tenga que ver con la historia, cultura, arte y turismo; que vean a Parral como una zona que se tiene que visitar.
¡HABLEMOS DE GASTRONOMÍA PARRALENSE!
Los relatos son base de la historia oral; esa que parece intangible, pero que existe, la misma que traspasa generaciones y en algunos “accidentes” generacionales algo se pierde, de allí la importancia de no sólo preservar los monumentos, también lo que somos; es decir, lo que comemos. Nos hace únicos y auténticos, ¿pero… quién rescata eso que no es tan redituable con el festival artístico? Mauricio Euresty sugiere iniciar con ese proyecto como una nueva vertiente del desarrollo turístico local.
Sabemos que Parral es rico en cultura e historia; sin embargo, que hay con la gastronomía, que es ese patrimonio intangible que también pudiera explotarse y usted como director de Canadá Beef en Latino América, ¿cree que en nuestra ciudad, pudiera haber algo que pudiera también reconocerse como “Platillo selecto”? Algo que usted dijera, “sólo lo encuentro en Parral”.
La gastronomía de Parral es importante, un ejemplo son los dulces de “La gota de miel”, han ganado premios nacionales; es algo que no se ha explotado. México ha sido nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad por su cocina, la cocina del sur y centro del país han sido fuentes de inspiración para escribir infinidad de libros; pero del norte se conoce muy poco. De la capital del estado y de Parral se conoce muy pocas recetas e ingredientes.
¿Qué falta?
Falta de investigar en la ciudad, los ingredientes, la sazón, la comida. Hay muchos empresarios que han invertido en muchos viñedos en la ciudad de Chihuahua, nuestra ciudad cuenta con mejor clima para realizar este tipo de empresas; sin embargo, no hay investigaciones ni estudios que lo hayan dado a conocer. Cuestiones históricas, gastronómicas, es importante enaltecer y promover. Se ha dejado que las fechas festivas se desarrollen únicamente en julio y hay una capacidad hotelera, pero ¿qué pasa el resto del año?
¿Cómo hacerlo?
Las inversiones que existen durante esas fechas –jornadas- se hacen para que esos lugares sigan teniendo afluencia turística, si con tan sólo que la misma gente del estado venga a visitar la ciudad, ¿con qué tanta frecuencia viene gente de Juárez a nuestra ciudad? Eso es en lo que se debe trabajar y promover. Se está llegando a una zona donde se ha logrado mucho, pero al mismo tiempo se genera estancamiento y conformismo. No hay nuevos líderes que retomen el trabajo que se ha hecho en los últimos 25 años. Se ha caído en un círculo vicioso de traer artistas, hacer recorridos, promocionar los mismos lugares y bueno, y no tener nada nuevo que ofrecer.
La entrevista da para más. Aunque es necesario pausar. Estamos en el punto donde coincide lo histórico-turístico. Una charla que es la transmisión misma de las vivencias pasadas. Se adereza el momento con la exquisita degustación de platillos típicos del norte, los que no niegan la influencia española a través de una suerte de evangelización culinaria, expresada en caldos de uva, como mudo testigo el viejo edificio que alberga hoy a la Casa del Tequila; inmueble que es parte del catálogo de los monumentos históricos locales.