ROSALES, Chih.- Mortandad de peces y de otras especies animales, así como la disminución en la recarga de los mantos freáticos de la zona, son las consecuencias que podría tener el desfogue de agua de la presa Francisco I. Madero, que cada día pierde alrededor de dos millones de metros cúbicos que se van por el cauce del río San Pedro.
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Édgar Santiago Carrasco Aguilera, coordinador de vinculación del Comité Municipal de Ecología de Delicias, y quien cuenta con un posgrado en Recursos Renovables por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, advirtió que la extracción de agua de Las Vírgenes tendrá un impacto ecológico negativo.
La primera afectación será para la fauna acuática que puebla el vaso de la presa, sobre todo los peces, ya que, al no contar con suficiente líquido, no podrán sobrevivir. Otras especies animales que dependen del agua o se alimentan de pescado se encontrarían amenazadas también.
“En realidad, pues hay muchas especies que se pueden ver afectadas después de la caída de agua de la presa, en este caso no para regar sino la van a llevar a otras presas, a otros estados, inclusive Estados Unidos”, señaló Carrasco Aguilera.
Un daño de tales proporciones en la riqueza acuícola de la presa Madero, advirtió, golpearía también a los consumidores de pescado de la región.
Al día de ayer el embalse almacenaba 190.898 millones de metros cúbicos y estaba al 53.73 por ciento de su capacidad, según los datos proporcionados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Sin embargo, la dependencia federal ha omitido informar cuánto es el gasto de extracción, por lo que, de manera extraoficial, se conoce que diariamente le desfogan un volumen de dos millones de metros cúbicos.
El desfogue del volumen almacenado en “Las Vírgenes” traería igualmente la disminución en los niveles de los mantos freáticos en los municipios de Rosales, Meoqui y Delicias, debido a que ya no habría infiltración subterránea, por lo que continuaría la extracción de agua por medio de los pozos, tanto para el consumo humano como para la agricultura.
“Pues definitivamente va a seguir extrayendo, vamos a seguir extrayendo de los pozos que están ya utilizados. El no recargar, el que no haya recarga de lluvia, o que haya muy leve en este ciclo agrícola, y los agricultores como pueden por escurrimiento o porque tienen algún estanque con agua, un pozo, pues ellos van a seguir extrayendo para sus plantas, para sus nogales para sus cultivos”, vaticinó.
Aparte de la disminución en los niveles de mantos freáticos, el entrevistado advirtió que en algunas partes de la región podría haber arsénico que se mezcla con el agua subterránea.
Mencionó también, que en el Comité Municipal de Ecología se ha platicado sobre las alternativas para recargar los acuíferos con las precipitaciones pluviales, en previsión de que se agudice el problema de la escasez del recurso hídrico, pero no existe un proyecto concreto aún.