La llamada Regla Final Interina (IFR), que aprobara el pasado miércoles la Corte Suprema al gobierno del presidente Donald Trump para implementar su política de negar asilo a migrantes que llegan a la frontera, ha sembrado la desesperanza y desesperación a los miles de migrantes que aún esperan aquí.
“Hasta el cabello se me está cayendo al no saber qué va a pasar con mi cita”, dijo una migrante cubana que desde abril espera su cita de asilo político para cruzar a Estados Unidos.
Se estima que el 98% de dichas solicitudes eran negadas antes de que entrara en vigor esta regla; sin embargo, desde el miércoles los migrantes que esperan aquí viven desesperanzados buscando nuevas formas de poder cruzar a Estados Unidos.
“Tenemos meses esperando, meses deseando que se llegue la fecha de la cita y cada vez son más trabas, sólo leemos que cada vez es más difícil y hay que buscar cómo pasar porque yo no me quedo en México y regresar a Cuba, jamás”, agregó.
Fue el miércoles pasado cuando se dio a conocer sobre la nueva medida que implementaría el Gobierno de Estados Unidos, donde se afecta directamente a los migrantes que habitan en esta ciudad y en toda la frontera norte.
La política fue anunciada luego de que la administración de Trump, no consiguió llegar a acuerdos con México y Guatemala para convertirlos en “tercer país seguro”.
A diario a Ciudad Juárez continúan llegando migrantes que buscan su registro para el trámite de asilo político, siendo los meses de agosto y septiembre cuando más connacionales mexicanos han llegado a esta localidad.
A su vez, esta frontera es de las que mayor número de migrantes retornados recibe, ya que hasta la primera semana de septiembre sumaban 17 mil 041 migrantes retornados.
“Nosotros no sabemos qué pasará con nuestra cita, esperamos nada más, sabemos que Dios nos va a ayudar y aunque haya políticas nuevas en Estados Unidos vamos a lograr cruzar a Estados Unidos”, dijo Ramón, un migrante cubano que habita y trabaja en la zona Centro.
Hasta la primera semana de septiembre eran ya 18 mil 735 migrantes centroamericanos, cubanos y mexicanos los que se habían registrado para iniciar su trámite de asilo político y poder cruzar a los Estados Unidos.