Parral, Chih.- Debido a la escasez de agua aumentó al doble el servicio de pipas. Román Ruiz, quien trabaja en el reparto del preciado líquido, indicó que estarán como en los años 80 cuando gran parte de las familias se surtía de esta manera, actualmente la gente está comprando porque no les llega de la llave, lo que hace que crezca número de repartidores, incluso ya surten a negocios del boulevard Ortiz Mena.
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Román Ruiz es uno de los piperos que ha trabajado en este oficio por más de 25 años, diariamente recorre con tres mil litros las diferentes calles, manifiesta que debido a la sequía la presa está seca y se agota el agua de El Verano. Por lo que va en aumento el número de personas que solicitan que les llenen los tinacos, incluso ya le hablan de negocios que requieren agua para poder trabajar, como expendios de comida y lavasolas.
Destacó que está surtiendo de 10 a 15 viviendas y agregó que donde más le solicitan es en las colonias Che Guevara, López Portillo, PRI, Solidaridad, Juárez y Ampliación, así como Emiliano Zapata, Héroes de la Revolución, Reforma y Miguel Hidalgo. La situación se está presentando porque no ha llovido, lamentó.
El entrevistado indicó que extraen de un pozo propiedad de los hermanos Ruiz y recuerda cómo antes eran pocos piperos; ahora han aumentado mucho y no tiene ni idea de cuántos son, aunque se ven por todas partes, antes sólo se conocía a “los zepelines”.
Comentó que, de no llover, la situación se va a agravar, los pozos de El Verano se irán secando y estaremos como en los años 80 cuando gran parte de la población se surtía de pipas. En aquellos años Parral no contaba con agua de El Verano, había una tremenda escasez. Ruiz agregó que gran parte de la ciudad se surte de esta fuente y si se acaba Parral se surtirá de los pozos y minas que quedan.
Por su parte, Sandra Herrera, encargada de un expendio de pollo de la avenida Ortiz Mena, indicó que todos los días tienen que comprar agua porque de la tubería no llega; diariamente paga 400 pesos para que le surtan los tinacos. Además está al corriente con el pago de los recibos del agua; sin embargo, debido a la escasez no les está llegando.
Refirió que esta situación no se había visto antes, hizo un cálculo de que son alrededor de 10 mil pesos mensuales los que tienen que pagar por las pipas; sin embargo, para que continúe trabajando el negocio requiere agua, tienen que lavar el pollo que venden, así como atender las condiciones higiénicas del comercio porque necesitan mucha limpieza. De lo contrario, Salubridad los multaría o cerraría el negocio.
Herrera informó que va para dos meses que están batallando para que les llegue el preciado líquido; dijo que en la misma situación están los demás comerciantes de este corredor.
Empero, hay algunos que usan poca agua, no se puede comparar una refaccionaria o farmacia con un expendio de pollos o de comida; es por esto que no todos los comerciantes contratan el servicio de pipas.