Parral, Chih.- La feligresía católica manifiesta su alegría por la reactivación de las primeras misas presenciales en la ciudad, consideraron que no es lo mismo las celebraciones por internet que acudir a la iglesia, señalaron que hay un gusto en asistir a los templos y estar presentes en la casa de Dios, donde lo más importante es tomar la eucaristía uno de los sacramentos que no es posible tomarlo cuando se ve la misa por los medios electrónicos.
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Ayer se llevaron a cabo las primeras misas presenciales en semáforo amarillo, una de ellas se celebró en el templo de nuestra señora del Rayo a las ocho de la mañana, donde desde temprana hora del día ya se contaba con los preparativos para recibir a la feligresía a la celebración litúrgica, las personas tenían que aplicarse el gel antibacterial, pasar por el tapete sanitizante y colocarse solo en las bancas marcadas.
En esta ocasión fueron 10 personas las que asistieron a esta celebración, donde en todo momento no se quitaron el cubrebocas durante la misa, así también se aplicaron gel en las manos para recibir la eucaristía ya que hay que mencionar que el sacerdote no lleva a la boca la hostia consagrada sino directamente a las manos del asistente, de igual manera el saludo de paz ya no es saludo de manos, las personas hacen una referencia con la cabeza desde su lugar sin moverse de la banca.
Para Rubén Camara es una alegría el volver a tomar la misa en el templo, ya que ahora con la pandemia las escuchaba en radio familia; sin embargo, consideró que no es lo mismo, el estar en la casa de Dios da una tranquilidad que no le pasa en su hogar, además el comulgar le da más satisfacción ya que desde hace tiempo no podía hacerlo, indicó que las casas van bien siempre y cuando continuemos cuidándonos para seguir acudiendo a las misas en los templos.
Rubén Lucero, otro de los asistentes a la misa del templo del Rayo, indicó que el asistir a las celebraciones permite estar cercas de Dios, no se compara con las misas virtuales, se siente feliz de haber comulgado ya que es uno de los sacramentos que no pueden faltar en la vida diaria, dijo que la presencia en físico en los templos no se compara con nada, la gente requiere de llevar a cabo sus necesidades espirituales que ahora con el semáforo amarillo hay que valorarlo.
Yolanda Ibáñez, refirió que aun cuando en amarillo se permita que haya poca gente en las misas vale la pena asistir a las celebraciones litúrgicas, ella se siente muy contenta de que ya se estén dando las misas con gente, es dedicarle un tiempo a Dios y estar presente ante el santísimo, aconsejo que todos debemos cuidarnos para continuar con asistiendo a las iglesias y comulgar ya que no se puede por los medios electrónicos.
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