Al cumplirse 11 años de la tragedia de El Alamillo, para los esposos Juanita Ávila y Abundio Araujo ese día es como una pesadilla. Perdieron casi la totalidad de sus muebles y parte de la casa en la que llevan viviendo más de 30 años. Dan gracias a Dios y a la gente por salir adelante. Para estas personas mayores es muy triste volver a recordar ese día; sin embargo, rememoran cómo hubo solidaridad.
La creciente del arroyo superó la cantidad de agua debido a una tromba que desbordó a este arroyo que cruza parte de la ciudad; en la tragedia se vieron afectados el Panteón de Dolores y varias colonias, entre ellas Las Fuentes, Del Parque, Talleres y parte del centro. El agua arrasó con todo: viviendas, muebles y autos…
Entre los damnificados están los esposos Juanita Ávila Martínez y don Abundio Araujo Zapién, personas de la tercera edad que tienen viviendo más de 30 años en la calle Churubusco número 25. Aquella noche los sorprendió una lluvia constante; al principio se percataron que estaba entrando agua, don Abundio pensó que sólo era barrerla, más adelante se dieron cuenta la magnitud.
Comentan que comenzó entrar agua por el patio a un costado del canal y por la puerta principal al lado de la calle. Don Abundio afirma que trató de salir al patio por una escoba, pero al abrir la puerta la corriente lo aventó. En ese momento se dieron cuenta del peligro en que estaban. Poco a poco vieron cómo subía de nivel.
Entrando la corriente por todos lados, con gran pesar platican que el agua llegó a una altura de dos metros. Doña Juanita con tristeza comenta que todos los muebles se echaron a perder: la cocina, comedor, sala, recámara, ropa. Todas las cosas en el patio.
Al ver qué tan crítica estaba la situación, decidieron pasar a la planta alta. Con la ayuda de Dios estuvieron refugiados en ese cuarto hasta las 4:00 de la mañana. Fueron momentos de gran angustia, narra Doña Juanita. Sólo quedaba rezar.
Pasada la tormenta y cerciorándose que bajara un poco el nivel, decidieron bajar y salir a la calle. Fueron momentos muy riesgosos, al caminar no se veía que estaban pisando. Doña Juanita tiene problemas al caminar, dice que, si no fuera por la ayuda de su sobrino Mario, no hubiese logrado a salir.
Indican que duraron una hora de la casa a la Cruz Roja -a un costado del Parque del Pueblo-, caminaban muy despacio debido al peligro que corrían. En la calle había de todo: muebles, ropa, vehículos volteados; incluso un Volkwagen arriba de otro vehículo.
El matrimonio da gracias a Dios y a la gente al poder salir adelante. Indican que es triste volver a recordar, pero tanto la familia como extraños los ayudaron a volver a levantarse; la vivienda quedó semidestruida. El arroyo El Alamillo se llevó el patio trasero donde les falta por construir una loza.
Recuerdan cómo se acercaban las personas después de la tragedia para llevarles comida. No faltaba el taco, el burrito o el sándwich de personas extrañas que sólo querían ayudar a los que estaban en tragedia…