Cientos de kilómetros recorridos por aire y tierra cargados de alimentos, la plana total del Consejo de la Fundación del Empresariado Chihuahuense, Asociación Civil (Fechac) de Parral, vuela en avionetas y se traslada a pie y en vehículos todos los días desde hace siete meses, en busca de infortunadas familias para donarles despensas básicas alimentarias.
Pero esta Fechac de 13 consejeros, que preside Salvador Calderón Aguirre, desde hace un año, también dona su tiempo, dinero y esfuerzo para llegar a las comunidades urbanas, rurales y serranas de diez municipios incluyendo Parral “en donde hasta ahora hemos entregado más de doce mil provisiones a familias de las más necesitadas”, expresa Calderón Aguirre.
En este lapso pandémico que lleva seis meses y contando, la Fechac ha sido apoyada en la elaboración y distribución de las despensas alimentarias, así como en la custodia de seguridad por un destacamento de elementos del ejército al mando del Coronel Roque Ruiz, dijo el empresario.
De los recursos donados por la Fechac, en el asunto del dinero, a pregunta expresa Calderón Aguirre hace un cálculo mental y contesta: Son más de 4 millones de pesos sin contar una máquina para pruebas de Covid-19; y 250 “kits” sanitizadores que donó el doctor Jesús Manuel Lyncet a quien le dimos también 250 despensas que él mismo repartió entre la gente más necesitada.
“Este esfuerzo que hemos hecho en las comunidades de nueve municipios que corresponden al Consejo local de Parral: Matamoros, Valle de Allende, Valle de Zaragoza, San Francisco del Oro, Santa Bárbara, Huejotitán, Valle del Rosario y El Tule, lo hacemos con mucho gusto, por ayudar a la gente más necesitada.
Pero también para alcanzar una despensa y dulces, mujeres, hombres y niños indígenas, caminan largos tramos que a veces son de hasta diez kilómetros, según lo prueba el presidente de la Fechac al mostrar las fotos que son fieles a los que relata. En varias se ven filas de personas rarámuris que desde el centro de donación de despensas les toma con su celular Calderón Aguirre.
LAS ANÉCDOTAS
Luego de las satisfacciones moral y social que les dan esta entrega de despensas alimentarias a los Consejeros, el presidente de la Fechac, Salvador Calderón Aguirre, cuenta que “nos ha pasado de todo, bueno y malo en estos siete meses de andar por estos lugares llevando estas despensas básicas a la gente más humilde”.
Luego narra: Un camión del ejército lleno de despensas y que seguía a camionetas de la Fechac también con despensas en una pendiente rumbo a Batopilas, se volcó y por poco se va al precipicio de una barranca, pero afortunadamente se atoró con un pino y Gracias a Dios no hubo heridos graves, sólo un soldado se quebró una pierna y pudimos recuperar la mayoría de los paquetes de despensa.
“También recuerdo un caso en Baborigame, el de una señora que llegó llorando porque ya no tenía qué comer ni dinero para comprar en la tiendita, y claro que de inmediato le dimos una despensa y dos salchichones.
“También el de un señor rarámuri, que llegó sudando de tanto correr. Había oído que habían llegado unas camionetas llenas de despensas y bajo de una comunidad adelantándose a varias personas que también bajaban de los cerros, para decirnos que él se había adelantado para pedirnos que les apartáramos despensas, que ya venían bajando varias familias.
“La satisfacción es mucha, y lo hacemos con mucho gusto para ayudar a la gente, tan es así que estamos por hacer una reunión con los 13 Consejeros para saber si iniciamos una segunda vuelta antes de que empiece el invierno”, puntualiza el Salvador Calderón Aguirre, de profesión Ingeniero.