La Fiscalía Especializada en Ejecución de Penas y Medidas Judiciales autorizó la primera boda religiosa en la que Fátima y Julio, ambos en situación de internamiento, tomaron la decisión de unir sus vidas en compañía de la población penitenciaria.
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El área de visita del Centro de Reinserción Social Femenil número uno, ubicado en Aquiles Serdán, esta mañana se vistió de alfombra roja para llevar a cabo la misa a la que asistieron familiares cercanos, personal administrativo y directivo para celebrar la unión de estas dos personas.
Fátima y Julio se conocieron hace unos años en el complejo de Aquiles Serdán, mediante un familiar y compañeros, luego de un tiempo de iniciar una amistad durante los días de visita, decidieron formalizar su relación de manera legal en los matrimonios colectivos que organiza esta Fiscalía Especializada.
Luego de dos años de matrimonio civil, decidieron llevar más allá su relación por lo que ambos iniciaron un proceso para la autorización de realizar una ceremonia religiosa.
“Yo quería verme vestida de blanco, verlo a él con otra ropa que no sea gris aunque fuera sólo un día, nos llevó varios meses poder lograr la autorización y cumplir con el reglamento, pero hoy ante Dios y todos nos unimos para toda la vida” dijo Fátima ante el altar.
De acuerdo con Nora Angélica Balderrama Cano, fiscal especializada en Ejecución de Penas y Medidas Judiciales, esta es la primera vez que se lleva a cabo un evento de este tipo.
“La autorización se basó en la vinculación biosocial que implica un matrimonio, sobre todo el religioso porque con esto demuestran que ambos tienen un proyecto de vida, esto fue un proceso que para ellos significó años, desde conocerse en prisión hasta fortalecer su nueva familia mediante la libertad religiosa y nos habla de su estabilidad emocional”, dijo Balderrama Cano.