Yair es un pequeño de seis años. Vive en casa de su abuela con su mamá y un tío. Cuentan con trabajos temporales para llevar sustento a casa y desde hace tres años no ha recibido regalos en Navidad. Es preferible comprar alimento.

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El más pequeño de una familia de cinco desea que esta Navidad llegue Santa Claus a su casa con carritos y figuras de acción del Capitán América, puesto que desde hace dos Navidades no lo ha visitado sin entender el porqué.

Así, Yair se divierte con sus pequeños juguetes que ya son viejos, pero que con esfuerzo, su familia le ha otorgado o que reciben de algún donador; empero, eso no le borra la sonrisa.

De esta manera, el pequeño del albergue San Andrés desborda imaginación y creatividad al simular que sus muñecos tienen vida y batallan entre sí en peleas épicas.

Con tan sólo juguetes de segunda mano, madera y unas piedras que bien sirven para hacer las cocheras de sus carritos, Yair no para de jugar en el patio. Y con una sonrisa dibujada llama a su madre para que lo vea jugar.

En casa vive su abuela, madre y un tío que está en silla de ruedas; además su abuelo que sale desde muy temprano a trabajar en la pisca de nuez. En el hogar las paredes están por caer, tiene ventanas rotas y el piso es de cemento.

Los familiares de Yair mostraron cómo la estufa de leña pequeña, apenas alcanza para dar calor a una pieza que es de “cinco por cinco”; pero que a pesar de la humildad se ve por demás unido, ya que a decir de la abuela, entre todos se echan la mano para salir adelante.

La abuela Pánfila Rubio destacó que sólo su hija y esposo trabajan para mantener los gastos, ya que cuenta con un hijo en sillas de ruedas derivado de un mal en la columna, por lo que debe cuidarlo.

Y sólo su otra hija es la que, a veces, trabaja en lugares temporales para llevar un poco de dinero; mientras que con el otro ingreso se hacen los pagos de servicios.

Así, de esta forma todos en la familia de Yair hacen algo para ganar un poco dinero para Navidad. Como ella lo señaló: “con que salga para hacer unos buñuelos y un atole con dulce de piloncillo, con eso tenemos para Nochebuena”.

Ha habido años en que ni eso han tenido. Y pensar en una cena grande con muchas cosas de comer, no se puede. ¿Con qué? Lamentó haciendo un ademán…