PRIMERA PARTE
Cercano a convertirse en pueblo fantasma, con 74 habitantessobrevive la municipalidad de El Parral, población españolaubicada en los confines de la Península Ibérica. Del otro ladodel Atlántico. La cuna que, según dicta la tradición, dio origenal nombre de nuestra ciudad.
Pequeña es su situación actual, pero grande es el legado queha dispersado por el mundo al haber dado identidad, hasta hoy, apor lo menos cuatro centros de población en América, incluyendo ala “capital del mundo”.
En el viejo continente, escondido en la diputación de Ávila ycompletamente ajeno al majestuoso Monasterio de Nuestra Señora delParral, ubicado en Segovia, España, una devoción que se extendióen tiempos de la conquista musulmana en la península ibérica, seencuentra El Parral, un antiguo municipio castellano que, según hadictado la tradición oral, es el origen nominativo de al menos dospoblaciones del Nuevo Mundo.
Según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticaen España, la evolución demográfica de El Parral está en unconstante retroceso, pues de haber tenido la minúscula cantidad de121 habitantes en 1991, ahora únicamente coexisten 74 en el viejoParral, la mayoría de estos mayores de 50 años.
Una particularidad de esta localidad española es su gobierno,el cual está encabezado por una fémina de la Agrupación deMujeres Independientes de El Parral. La localidad está coronadadesde su centro por una antigua iglesia, la cual posee rasgoscaracterísticos del Renacimiento y el periodo de la invasiónárabe en España.
De acuerdo a la tradición oral, este poblado fue el lugar dondenació el padre del fundador de la “capital del mundo”, elAlférez Real Juan Rangel del Biesma, razón por la cual bautizó asu descubrimiento como San Joseph del Parral, en honor a suprogenitor.
La traza que adorna su complejidad urbana es irregular, típicade poblaciones que no contemplaron en el tiempo la llegada devehículos. El ahora y su realidad es el abandono; el pavimento desus calles está dañado y no tiene uniformidad. Casas viejas, asícomo su población es el panorama del origen nominal de estaciudad, lo contrario a sus hijas, poblaciones de la AméricaLatina.
Sin embargo, el lazo que une a los parralenses de México yEspaña está en la historia; en aquel proyecto que emprendieronlos conquistadores del Viejo Mundo, dejando más que su religión,identidades que han trascendido. Hay contrastes, pero su germenpermanece en las místicas postales de antaño, donde se consolidanel hoy y el ayer. Continuará