Con 60 años de tradición en colocar el nacimiento del niño Dios de manera ininterrumpida, lleva la señora Esperanza Gracia Reyes. Actualmente ya con 87 años indicó que con la misma emoción de júbilo continúa colocándolo como si fuera la primera vez, este año una de sus bisnietas le ayudó en la colocación de las piezas, donde no pueden faltar los pastores, animales, Reyes Magos y hasta el diablo en la escenificación.
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Esperanza Gracia Reyes, mejor conocida como “La güera”, indicó que desde los primeros días de noviembre cada año instala su nacimiento, el cual consta de más de 100 piezas que con el tiempo ha estado juntando.
Algunas de las piezas fueron compradas y otras regaladas por sus amistades; su familia es la que le ayuda a colocarlo y en esta ocasión fue su bisnieta Gracia Alejandra quien la acompañó.
Señaló que su nacimiento está integrado principalmente por la sagrada familia: María, José y el niño Dios. Los Reyes Magos, pastores, diversos animales como borregos y venados; incluso integra al diablo hasta el final del nacimiento. Hace una escenificación en la sala de su casa, donde primero coloca aserrín para que de la apariencia de un terreno, el centro del nacimiento se encuentra una casita de madera con musgo donde es colocado el niño Dios.
Doña Esperanza dijo que esta tradición comenzó cuando ella vivía en Santa Bárbara y tenía una vecina que colocaba su nacimiento cada diciembre, comentó que lo colocaba enorme ya que las dimensiones de abarcaba toda un habitación, ella se hizo el propósito de llegar a tener uno propio y colocarlo cada año de manera interrumpida con su familia.
Ya a sus 87 años se casó tres veces, tuvo 14 hijos de los cuales le viven seis de ellos, cuenta con 48 nietos, ocho bisnietos y un tataranieto, comentó que ella siempre se ha considerado una persona franca le gusta decir las cosas como son, ha disfrutado de la vida como se le ha presentado, donde ha envejecido con dignidad sin perder su esencia.
Así también, dijo que cada vez que pone su nacimiento, el arbolito de navidad, los adornos decembrinos ella siente algo muy hermoso, algo muy noble, se siente diferente y tiene una paz espiritual, señaló que es tiempo para ser generosos con los demás, practicar las enseñanzas que el niño Dios vino a dejarnos, el de ayudar a los demás, el compartir con los más necesitados y valorar la familia.