El sacerdote Leonel Arias Medina, encargado de la Comisión Diocesana de Comunicación Social, aceptó platicar con El Sol de Parral en torno a la pandemia del SARS Cov-2, conocido como Covid-19 y las repercusiones que este virus mortal ha tenido entre la población de Parral y el mundo.
-El mismo Papa Francisco y Obispos mexicanos han visto en esta enfermedad la revelación de estos males en el mundo como una limitación de los sistemas sanitarios y económicos que generan más pobres.
En tal sentido, el Papa Francisco ha hablado sobre la necesidad de “curar al mundo”.
En su opinión, el coronavirus está despertando una conciencia de respeto y cuidado del otro –prójimo- “y no de tenerle miedo al otro”.
Explica por ejemplo la actitud que se asume hacia el migrante o el enfermo. “Me pongo el cubrebocas por cuidado a ti y a los demás”. La Iglesia Católica cerró templos para cuidar a la gente, no por el simple hecho de cerrar iglesias o templos, explicó.
Y dijo que frente al Covid-19, la posición de la Iglesia Católica ha sido de diálogo constante con las autoridades estatales, pidiendo que se respete el estado de derecho y la libertad religiosa, sin privilegios. Lo que se busca, agregó, es ejercer un derecho.
A pregunta expresa sobre el coronavirus como enfermedad y cómo la ha enfrentado la gente a partir de la alerta sanitaria y las medidas dictadas para contener su avance, el padre Leonel Arias se refirió a la Infodemia, aquella tendencia de la agente o grupos de interés por difundir falsas noticias, además de la multiplicidad de fuentes de información que generan confusión de la gente.
Es el relativismo de opinión. Cada quién piensa lo que quiere y hace o cree lo que quiere, dijo.
Luego vienen las fuentes oficiales, confiables. La Organización Mundial de la Salud, la secretarías de salud nacional y estatal, el ala científica que advirtieron: Es una pandemia.
Cómo se han manejado en los gobiernos las políticas públicas, por ejemplo: cómo se maneja el tema del uso del cubrebocas. –Hugo López Gatell diciendo que no está asegurado que proteja contra el virus.
-“A ellos los juzgarán los resultados”, señaló el sacerdote.
Enseguida expuso: .-“El uso o no, y el mal uso del cubrebocas en la calle es un indicador de que la gente cree o no cree en el coronavirus”.
¿Qué le dice la Iglesia Católica a los incrédulos –esos que dicen el coronavirus no existe; que es un invento-?
-“Que tendrían que vivirlo en carne propia. Hasta que te toca en un familiar cercano –o alguien de tu círculo cercano-, es que vas a creer en que el Covid-19 sí existe”, asentó.
Pero eso es lo que queremos evitar: que haya crisis hospitalaria y más muertes.
Al final lo importante es actuar con responsabilidad de cada uno. Cuidar y respetar a la gente cercana.
Los más obedientes.
La imposición de los sacramentos como las confirmaciones, bautizos y los matrimonios, entre otros, son una necesidad espiritual, más que una necesidad social, expresó el padre Larios Medina. La gente tiene el derecho y la libertad religiosa de ejercerlos.
Explicó que con el semáforo en naranja y con los protocolos sanitarios requeridos, las autoridades sanitarias del estado permitieron a la Iglesia Católica y a las demás asociaciones religiosas, sin privilegios, reactivar las celebración de misas con un aforo del 15 por ciento.
Aseguró que la iglesia ha sido insistente con la feligresía a la que aconseja que continúen cuidándose al salir de los templos, y que al finalizar los sacramentos de los niños como las primeras comuniones y las confirmaciones, que se abstengan de fiestas familiares con invitados, ya que hay un riesgo de contagios por la celebración.
Lo mismo para los matrimonios por la iglesia, porque ésta no organiza bodas ni fiestas, como se podría estar interpretando desde la autoridad.
De hecho, así lo han expresado, la Iglesia Católica somos de los más obedientes, aseguró.
Larios Medina recalcó, que en los templos se va a continuar con los protocolos de salud, donde el sacerdote realizará la confesión a más de un metro de distancia, el uso del cubrebocas que es obligatorio, asimismo se limpiará el lugar del reclinatorio después de cada confesión.
También, en las diferentes parroquias se realizan confesiones en diferente horario, como en la Iglesia Catedral, donde están programadas de 17:30 a 19:00 horas, con un aforo de 40 personas, para que se tenga una reducción de grupos y evitar aglomeración en el templo.
Se entregará fichas a la feligresía que será atendida por tres sacerdotes, concluyó.