El 80% de las mujeres en centros de rehabilitación son madres adolescentes

Sostienen relaciones de alto riesgo con amigos o novios con los que comparten el consumo de drogas

Velvet González | El Heraldo de Chihuahua

  · sábado 14 de diciembre de 2019

Foto: Gerardo Aguirre | El Heraldo de Chihuahua

Ocho de cada 10 mujeres que ingresan a rehabilitarse en algún centro contra las adicciones han sido madres adolescentes, pues sostienen relaciones de alto riesgo con amigos o novios con los que comparten el consumo de drogas, sin embargo, también existe un alto porcentaje que han sido violadas por sus mismos padres o padrastros, de acuerdo al estudio “Centros de Rehabilitación”.

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En la mayoría de los casos, estas jóvenes madres no se enfrentan a la responsabilidad de sus hijos, ya que generalmente son los abuelos quienes se hacen cargo de ellos.

A diferencia de los hombres con alguna adicción, las mujeres que desean recuperarse, romper de raíz no sólo con la adicción en sí, sino con el esquema de vida de prostitución con el que pueden conseguir la droga a cambio de favores sexuales.

En el caso de las violaciones se estima que más del 50% de las internas han sufrido de este tipo de abusos lo que las ha llevado a caer en el mundo de las drogas.

Aunado a esta problemática se muestran otros factores que llevan a las mujeres al consumo de sustancias tóxicas como la falta de comunicación en la familia, la carencia de afecto, y la pérdida de valores, razones por las que las chicas deciden salirse de sus casas y se involucran con personas que las inician en el consumo de distintos tipos de droga entre los que se encuentran de inicio el alcohol y la marihuana.

La mujer adicta enfrenta un doble reto para salir de este mundo, pues además de las adicciones se enfrenta al esquema del pago sexual a cambio de la sustancia, es decir, ellas tienen que llegar a comprender que tienen que amarse y valorarse y hacer de lado la oportunidad de conseguir la droga a cambio de un favor sexual.

“Consiguen la droga fácilmente por un favor sexual, consiguen las primeras dosis, luego vemos que el 90% de las chicas que llegan solas en un inicio y salen y recaen luego empiezan a ser buscadas por supuestos tíos o familiares que no son otra cosa más que hombres que les alimentan la adicción”.

Hogares rotos

“En mi casa en vez de darse los buenos días, mis papás se daban de golpes, yo me salí buscando lo mismo, yo quería que eso mismo me diera mi esposo, de hecho lo dejé porque él me trataba bien y lo cambié por un hombre que consumía heroína y me golpeaba del cual salí embarazada a los 14 años, y eso me llevó a abandonar a mi hija cuando tenía una semana de nacida”, dijo Violeta.

Violeta narró que consume droga desde los 12 años, vivía con sus papás y al poco tiempo tuvo a su primer hijo, “no estaba casada, trabajaba y salí embarazada, de hecho el papá del niño se hizo cargo, pero yo no lo quería”.

Los tipos de drogas que Violeta utilizaba eran píldoras para dormir y marihuana, “cuando supe que estaba embarazada dejé toda la sustancia, pero volví a consumirlas porque mi mamá me casó a la fuerza con el papá de mi hija y yo no quería estar con él aunque me trataba bien”.

La entrevistada relató que de niña siempre vivió en medio de los golpes e insultos y “tontamente quería lo mismo para mi vida”, “para mí era algo difícil que me trataran bien, no sé ni yo cómo explicar esto, pero así era”.

Agregó, “a los 23 años me prendí de la heroína y dejé a mis hijas con su abuelita paterna y me embaracé otra vez, todos los días consumía heroína y cocaína, ya no trabajaba”.

Relató que aunque ha estado en varios anexos se ha escapado, pero ahora encuentra una fuerte razón para vivir y es primero ella misma y el aceptar que ella es la responsable de todos sus actos y no los demás, “cuando salga de aquí me gustaría estar apta para reunirme con mis hijas, aún no me siento preparada, primero tengo que estar bien yo”.

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