Parral, Chih.- El Centro de Atención y Prevención de Adicciones (CAPA) prevé que durante la pandemia aumentó el número de personas adictas al cigarro y al alcohol; sin embargo, no se acercan a los centros de atención. Actualmente la institución se encuentra trabajando con 20 personas diarias en las terapias, tanto presenciales como por teléfono; señaló su titular que son los adolescentes el grupo de la población que más riesgos tiene de contraer una adicción.
Sol Adriana Sánchez, titular del centro CAPA, señaló que en lo que va de la pandemia, no se han detectado casos en aumento de personas que hayan adquirido una adicción en sus casas; sin embargo, se prevé que este problema vaya en aumento. Son los interesados los que no se están acercando a los centro de atención, indicó que son 20 personas diarias a las que se les ha estado dando terapias de grupo, donde éstas pueden ser presenciales o por teléfono.
También informó que están trabajando con el área de salud mental, donde atiende cualquier tipo de problema, no solo de adicciones; brindando atención a los familiares y el área de prevención en el consumo de sustancias. Asimismo, dejaron de trabajar en las escuelas debido a la pandemia; en las secundarias se estaba trabajando en el área de prevención y aplicación de test para determinar quiénes son los jóvenes que consumen drogas.
Refirió que son los adolescentes quienes están más expuestos, debido a la edad de caer en las adicciones. En muchos de los casos por imitación o por curiosidad son propensos a fumar, tomar bebidas alcohólicas o ingerir otro tipo de sustancias. Es por ello que se llevan a cabo acciones de prevención; sin embargo, ahora por la pandemia se cerraron las escuelas y se dejó de trabajar en ellas.
Indicó que no solo el tema de adicciones se ve en los jóvenes de secundaria y de preparatoria, también los temas de embarazos, depresión, suicidio y relaciones familiares sanas.
Finalmente dijo que son las personas afectadas las que deben de tomar la decisión de dejar las adicciones, para ello es necesaria la voluntad y las ganas de cambiar, ya que las terapias no son cosa de juego, son indispensables para que las personas enfrenten la realidad de las drogas.