Dulce tiene 10 años. Es una niña alegre y estudiosa que sueña con ser dentista para poder ayudar a sus abuelitos a que no trabajen más.

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Entre risas y cubriendo su rostro, la pequeña contó que aún no ha hecho su carta a Santaclos, ya que dice que tiene algunos años que él no llega a su hogar.

Sus abuelitos Félix Chávez y Elba Loya cuidan de Dulce desde que era un bebé, por lo que se han convertido en la figura paterna, señalan que, aunque ha sido difícil poder brindarle lo que necesita, se sienten orgullos de la pequeña, ya que dicen que es estudiosa y responsable.

Don Félix expresó que "la verdad sí ha sido complicado porque aún es una niña y yo pues ya estoy grande; no tengo la misma energía que antes para trabajar, pero tan sólo con verla saco fuerzas de donde sea para ver cómo le hago, para que siga estudiando y sea alguien en la vida, ese es mi mayor deseo".

Ambos viven del sueldo del señor que trabaja como albañil, lo cual a veces se complica, ya que no siempre tiene empleo y batalla para llevar el sustento a casa; pero comentó que tiene la esperanza de que para esta Navidad pueda de perdido llevarle a su niña unos ricos buñuelos, ya que son los preferidos de la pequeña.

Expresó que "siendo sinceros, la verdad es que batallamos con la despensa, no tenemos buenas cobijas, ni la niña tiene buena ropa, la que usa ha sido regalada por vecinos o amiguitas de ella, yo no puedo comprarle, ya que lo poco que gano se me va en la cena para medio comer".

Mientras Don Félix detalla su situación, a Dulce se le llenan sus ojos de lágrimas y sólo añadió que ella es muy feliz con sus abuelitos, que eso es lo más importante, ya que ella espera crecer rápido para ayudarlos.

Al cuestionarle sobre que le gustaría recibir sólo expresó que le agradaría una Tablet, ya que siempre ha tenido la ilusión; pero al mismo tiempo dijo que no importaba si Santa no podía, ya que entendía que a veces no puede llegar con todos los niños.