Doña Consuelo, 104 años de vida y toda una historia que contar

Chelito, como la llaman cariñosamente, es una mujer activa nacida en Baborigame, entregada a la religión evangélica y con entusiasmo para salir a pasear siempre que tiene oportunidad

Velvet González | El Heraldo de Chihuahua

  · jueves 12 de marzo de 2020

Foto: Daniel García | El Heraldo de Chihuahua

A sus 104 años de edad, doña Consuelo Martínez Martínez es una mujer activa, entregada a la religión evangélica y con entusiasmo para salir a pasear siempre que tiene oportunidad, y esto se debe, relata, a la vida sana que ha llevado y que le permiten ser ejemplo de fortaleza para su familia.

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El pasado 15 de febrero festejó sus 104 años en compañía de sus hijos, quienes son sumamente cercanos a ella, más aún luego de que enviudara de quien fue su esposo, Leopoldo Díaz Chávez, con quien contrajo matrimonio en su natal Baborigame.
Su sueño era ser maestra, pero dice no se arrepiente de haber dejado la carrera por dedicarse al hogar, pues para ella la familia es algo precioso.

Consuelo o Chelito, como la llaman cariñosamente, es madre de 12 hijos, abuela de 32 nietos y a la fecha tiene 66 bisnietos y 31 tataranietos.

Ella y su esposo vivieron en Baborigame, pero al enviudar, Consuelo se mudó a casa de una de sus hijas, pero ella falleció y desde hace siete años radica en la capital con su hija Alma Silvia Díaz Martínez. El día a día de Consuelo es levantarse temprano, bañarse, acicalarse con perfume y accesorios para luego hacer algunas actividades como leer la Biblia.

También le gusta hacer crucigramas, sopa de letras y colorear, además de que le gusta memorizar textos de la Biblia.
Consuelo es independiente, ya que la vida sana que ha llevado le permite a la fecha valerse por sí misma, ella elige su ropa, no necesita ayuda para bañarse ni para tender su cama o asear su recámara.

Su perfecto estado de salud le permiten comer de todo y lo que más le gusta es la carne roja y el queso, así como el atole de pinole.
La oración ha sido para Consuelo su gran devoción, pero además gusta de pasear con su hija Alma, salir a comer a restaurantes, pasear por centros comerciales o simplemente ir de visita.

Los domingos son un día especial para Consuelito, pues se va a la iglesia con sus hijos, comen fuera y concluye el día con un buen descanso.