Don Ruti Cruz, 43 años dirigiendo el tráfico

Servir a la sociedad es una satisfacción y una gran responsabilidad, comenta

ROSY REYES

  · lunes 5 de agosto de 2019

A sus 43 años de servicio como tránsito, Rutilo Cruz manifiesta que tres de sus hijos siguieron sus pasos de ser agentes de Vialidad, siguieron su ejemplo y en lo que respecta a él siempre le llamó la atención los trajes de los “uniformados”.

Rutilo Cruz tiene 43 años de trayectoria como tránsito y recuerda que un amigo que era Subdelegado de Tránsito, le dijo un día que le gustaría involucrarse como tal, en aquellos años de 1971.

En los siguientes días le habló su amigo para decirle que había plazas para entrar, pero le contestó que le diera la oportunidad a otras personas que no tuvieran empleo, ya que él se encontraba laborando en una cervecería. No obstante, le dijo que le diera la oportunidad de ir en días festivos como auxiliar.

Fue hasta 1976 cuando decide retomar sus aspiraciones a ser tránsito y renunció a su trabajo, en donde le marcó de nueva cuenta a su amigo para decirle que se había animado a entrar a la corporación de Vialidad.

En el mes de febrero de 1977 los enviaron a la academia en Chihuahua, en donde les enseñaron lo que es el servicio al público, peritajes, accidentes, como conducir un crucero para desahogar el tráfico y había que aprender lo impartido, recuerda muy bien las palabras de aquel Teniente que les daba la cátedra de milicia, donde decía que la disciplina era la base principal en cualquier aspecto de la vida del hombre.

Inició como agente pedestre alrededor de ocho años, después como oficial motociclista. De ahí le dieron el nombramiento por escrito de patrullero, posteriormente vinieron de Chihuahua a realizar tres nombramientos de Comandante de Jefe de Servicio y su sorpresa fue que uno de los nombramientos seria para él, ya que nunca lo imaginó.

Estos fueron para Santos Hernández, Gonzalo Armendáriz y Rutilo Cruz, expresa satisfecho y orgulloso por ese nombramiento.

Después pasó como auxiliar de licencias con el Estado y después en el año de 1989 le dieron el nombramiento de coordinador de grupo, estuvo en el área de motocicletas, patrullas, licencias y en las pláticas de educación vial.

Dijo que si le gusta a uno lo que ejerce, uno mismo busca la manera de empaparse más de conocimientos, a tal grado que tuvo la satisfacción de rendir muchos peritajes, reconstrucción de hechos, “es interesante participar en todo esto, pero se tiene que tener un buen conocimiento de la ley”.

En sus inicios comenzó sus labores en los diferentes cruceros de la ciudad como agente de Tránsito por alrededor de ocho años, después alcanzó el grado de oficial motociclista.

Comentó que a lo largo de su trayectoria ha adquirido experiencia, lo cual lamentablemente ha sido a través de lo que le ha tocado presenciar en los accidentes, ya que es difícil acudir al lugar de los hechos y encontrar a un niño, una señora o una persona mayor debajo de las llantas de un vehículo, es muy lamentable y triste.

Recordó que hace algunos años, -un 5 de mayo-, le tocó acudir a un accidente que ocurrió en el puente Victoria, donde una persona es estado de ebriedad y con exceso de velocidad atropelló a una señora que iba con su niño en brazos, con el impacto del accidente, a la madre le mutiló las piernas, mientras que el bebé quedó proyectado debajo del puente, muriendo al instante.

Dijo que ha sido testigo de algunos accidentes, pero en este, el impacto fue demasiado, ya que duró tiempo pensando en lo acontecido

Considera que cualquier tipo de accidentes afecta mucho en lo psicológico, ya que independiente del golpe entre vehículos o de vehículo a persona, el impacto que se genera es más psicológico debido que aunque pase el tiempo, se vuelve a recordar.

Mencionó que tiene 7 hijos, de los cuales, 3 siguieron sus mismos pasos como elementos de tránsito, uno de ellos es su hija, la cual le dio una sorpresa, ya que él desconocía que ella quería dedicarse a lo mismo que él.

Actualmente se encuentra comisionado a la escuela “Plan Gran Visión” y expresó que cuando le gusta a uno su trabajo, se asimilan muchas cosas y se siente una gran satisfacción cuando los niños le dicen: ¡Gracias “Don Ruti”!, ya que “Ser tránsito es servir a la sociedad y es una gran responsabilidad”.

Agradece a Dios por permitirle seguir al servicio de las personas y a sus superiores por la oportunidad que le han brindado de seguir colaborando, su frase “servidor y amigo”.


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