Movido por el deseo de ayudar a su gente, Dionisio Pérez, a los 24 años decidió estudiar enfermería, actualmente es uno de los cuatro enfermeros bilingües que atienden a personas rarámuris de la región serrana en el Hospital Materno Infantil; él manifiesta que querer es poder, ya que aun con los bajos recursos con los que contaba, no se doblegó para continuar con su carrera, recibió una beca y pudo graduarse.
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Dionisio Pérez Valdez, enfermero del Hospital Materno Infantil de la ciudad, es originario de Tehuerichi, una comunidad aislada de Carichi, en la cual, él desde pequeño vio cómo padecían los rarámuris de los servicios médicos, ahí le nació la inquietud de estudiar enfermería, como una forma de ayudar a su gente, indica que tuvo que salir de su pueblo para poder estudiar, se metió en la escuela de enfermería “Florence Nightingale”, a la edad de 24 años, en la ciudad de Chihuahua.
A pesar de los bajos recursos con los que contaba, no se desanimó por continuar con ese sueño de estar graduado, afortunadamente recibió una beca que le ayudó para terminar la carrera.
Señala que cada vez son más los rarámuri que están estudiando y terminan una carrera, en donde principalmente son maestros y enfermeros, los que se ha encontrado en la vida. Actualmente él cuenta con 33 años de edad y con gran orgullo y esmero se dedica a atender a las pacientes que están siendo atendidas en el Hospital Materno Infantil, él es parte de un equipo de cuatro enfermeros bilingües que actualmente están la laborando en el hospital.
Una de sus funciones es la de ser traductor, ya que pacientes que llegan de la región serrana no hablan el español, para los médicos es difícil dar un diagnóstico si la gente no les dicen los síntomas de los padecimientos, además con un enfermero bilingüe, las pacientes rarámuris tiene más confianza, por lo que agregó que el lenguaje es una de las barreras para que la gente se abra y se tengan mejores resultados para los tratamientos y la aplicación de los medicamentos.
Su tarea dentro del hospital, además de traducir, es el de llevar los cuidados necesarios a las mujeres que están hospitalizadas, como la aplicación de los medicamentos, chequeos, también es requerido en consulta externa, urgencias y en el quirófano, él está pensando en seguir con sus estudios, considera estudiar la licenciatura en enfermería, ya a sus 33 años tiene una responsabilidad con las pacientes, con su esposa y con sus dos hijos que son el motor de su vida, puntualizó que cuando se quiere se puede, “seguir un sueño, por difícil que sea, se puede alcanzar”.