El consumo de alcohol y drogas detona los padecimientos mentales, explicó Carolina Paredes Valles, presidente de la asociación civil Voz Pro Salud Mental Chihuahua, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental.
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La marihuana detona con mucha frecuencia la esquizofrenia o bipolaridad, mientras que el alcoholismo no es más que una depresión enmascarada, por lo que es necesario atender esa depresión a fin de que el consumo de alcohol disminuya.
Los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias constituyen el 10 por ciento de la carga mundial de morbimortalidad y el 30 por ciento de las enfermedades no mortales. La depresión afecta a 264 millones de personas y es una de las principales causas de discapacidad.
La depresión es una de las enfermedades mentales más frecuentes en Chihuahua, seguida del estrés postraumático, que se detona tras un hecho violento. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud en entornos afectados por conflictos, aproximadamente 1 de cada 9 personas presenta un trastorno mental moderado o grave.
Voz Pro Salud Mental Chihuahua es la única asociación que se dedica a la atención de trastornos mentales. Entre ellos depresión, bipolaridad, esquizofrenia, trastorno psicoafectivo, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés postraumático y el trastorno de personalidad fronteriza, que son los más frecuentes en Chihuahua. Todos ellos se detonan principalmente en la adolescencia y en los adultos jóvenes. Además atienden el doble diagnóstico que se refiere a una adicción y un trastorno mental.
Las personas con trastornos mentales graves mueren de 10 a 20 años antes que la población general.
Carolina Paredes destacó que la salud mental sigue muy estigmatizada, por lo que invitó a la sociedad a informarse porque cualquier persona está expuesta a padecer un trastorno mental. “La salud mental nos corresponde a todos, desde la familia nuclear, el entorno laboral y social”.
Desgraciadamente todavía existe la creencia de que las personas que padecen una enfermedad mental son capaces de curarlas por ellas mismas, que sólo es cuestión de carácter, porque no las vemos como enfermedades. Las estadísticas en México muestran que un buen diagnóstico de depresión puede tardar hasta treinta años, mientras que uno de trastorno bipolar hasta ocho. Esos datos reflejan lo rezagado que está el país en este rubro.
Carolina destacó que un trastorno mental es una de las enfermedades más caras, porque no hay prevención. “Si ves a una persona triste hay que hablarle, hay que preguntarle, hay que darle ánimo, pero nunca decirle: ‘Échale ganas’”, porque es peor que recordarle a su mamá, es mejor preguntarle cómo se siente, ‘cómo te puedo ayudar’, ‘vamos juntos al psiquiatra’”.
La presidente de Voz Pro Salud Mental señaló que se le tiene un terror al psiquiatra, cuando es un especialista que ayudará a que los transmisores del cerebro, que es como si fuera la gasolina para un auto, para que funcione”.
Este año, el Día Mundial de la Salud Mental se enfoca al suicidio, ya que la OMS destacó que cada año se suicidan cerca de 800 mil personas; esto es, cada 40 segundos una persona se quita la vida. El suicidio es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años.
La falta de sueño, cambios de hábito, consumo de drogas, mala higiene, dejar de comer o empezar a hacerlo de más, son factores que indican que algo no está bien con la persona.
El problema de una depresión mal atendida es que puede llevar al enfermo a cometer un acto suicida que muchas veces queda sólo en un intento, sin embargo pueden tener repercusiones sobre la salud del individuo. Si una persona ha fallado, en caso de no haber sido tratada, es probable que lo repita usando un método más letal.