Vivió para contarlo. Tras un coma de 10 días luego de caer de un árbol en el Valle de Allende, despertó para vivir una vida normal a pesar de que los médicos dijeron que tendría secuelas para siempre.
Un 26 de enero del 2020, quedará grabado en la memoria de Brallam G. quien sufrió un accidente que casi fue fatal, luego de caer de un árbol en el Valle de Allende mientras convivía con sus amigos.
Tras el accidente que ocurrió luego de que la rama del árbol, donde se encontraba intentando trepar se terminara desprendiendo cayó de manera contundente al suelo, donde quedó inconsciente y requirió atención médica.
El accidente le provocó durar 10 días en coma y además estuvo en observación cuatro meses hospitalizado ya que se encontraba siendo evaluado por especialistas médicos quienes no tenían tan buenas noticias.
A sus 25 años el panorama no era alentador, a pesar de que los médicos comentaron las probabilidades de que sobreviviera eran prácticamente nulas, logró recuperarse, aunado a ello, también consideraban que, si no perdía la vida, quedaría con algún tipo de discapacidad.
A pesar de que antes no era precisamente un creyente apegado al catolicismo según comenta, esta dura experiencia de vida, le sirvió para poder tener una cercanía con sus creencias religiosas sumado a que también mencionó que le sirvió para valorar más a sus seres queridos, su familia.
A Brallam se le puede ver recorrer las calles del centro de la ciudad, viviendo una vida normal, acudiendo a su visita con el barbero, como si no hubiera ocurrido nada, al menos así lo manifestó.
El tema de las repercusiones que le traería el accidente, al parecer se quedó sólo durante los primeros 15 días que salió del hospital, donde mencionó que estuvo pasando por momentos que olvidó a algunas personas, mismas que con el paso de los meses comenzó recordar.
En este tenor, comenta que incluso ya ha comenzado a reanudar sus labores artísticas como tatuador, esto a pesar de la prueba de vida que tuvo que afrontar y salir con ligeros raspones; sin embargo, con todas las ganas de luchar y sobresalir en su rubro, por lo cual invitó a la gente a ver el trabajo que desempeña luego de “vivir para contarla”.