Carlos Castilla Garza, jefe del distrito 013 de Desarrollo Rural, consideró que el panorama se volvió más halagüeño para el campo en esta región, pues la recuperación de agua en las presas devolvió la esperanza de asegurar el próximo ciclo agrícola, las cosechas en general tienen buenos precios y la ganadería dispone de pastizales verdes gracias a las lluvias.

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Este 2021 fue un año atípico, con restricciones para el riego agrícola debido a la poca agua almacenada en las presas La Boquilla y Francisco I. Madero, lo cual generó una crisis en el distrito. Sin embargo, gracias al temporal lluvioso que inició de manera temprana, a finales de junio, la situación parece cambiar para bien, señaló Carlos Castilla.

“Fue una bendición que haya caído esas lluvias, que hayan continuado hasta la fecha y pues eso cambió un poquito el panorama, sobre todo el ánimo de los productores, donde están contentos viendo las precipitaciones tan importantes que estamos teniendo, viendo que ahorita estamos teniendo captaciones en presas”, manifestó el funcionario.

El jefe del distrito de Desarrollo Rural puntualizó que el problema de la disponibilidad de agua no está solucionado al cien por ciento, porque se requiere de un porcentaje alto de almacenamiento en los embalses para asegurar el ciclo agrícola de 2022.

Cabe señalar que La Boquilla se encontraba este viernes al 32.27 por ciento de su capacidad, con un volumen de 918.776 millones de metros cúbicos, mientras que “Las Vírgenes” estaba al 48.77 por ciento de su capacidad y almacenaba 162.544 millones de metros cúbicos.

“Pero el panorama pinta bonito, estamos contentos con la situación que estamos viviendo del temporal lluvioso de este ciclo de lluvias 2021, y que esperemos continúe todo el mes de agosto, lo que queda, septiembre y que se alargue todo lo que pueda”, expresó Castilla Garza con optimismo.

El funcionario comentó que también hay buenas noticias respecto a los precios de las cosechas. Con excepción de la cebolla temprana, cuyo precio bajo causó pérdidas a los agricultores, para los demás cultivos todo parece pintar bien.

Señaló que los melones, las sandías, la alfalfa y el maíz forrajero han tenido buen precio en el mercado, por lo cual han tenido rentabilidad quienes siembran estos productos. Del cacahuate y la nuez, que se cosechan en otoño, todavía no se tienen precios.

La ganadería en los agostaderos comienza a mostrar signos de recuperación. Carlos Castilla destacó que la mayoría de los predios ganaderos cuentan con agua en los presones y pastos verdes para alimentar a las reses.

Afirmó que la situación ya cambió en la ganadería debido a la disponibilidad de agua y alimento para las bestias, recordando que hubo un despoblamiento grande por causa de la sequía, la cual obligó a los productores a comprar pasturas caras y al acarreo de agua hasta los potreros.

“Las condiciones de los agostaderos, ya el verde que se tiene ahorita, tanto pasto verde que hay, entonces definitivamente cambió muchísimo (la situación) a como estábamos con la sequía tan prolongada, y bueno, pues hubo un cambio radical, una bendición que nos haya llegado la lluvia”, externó.