El derrame de 17 mil litros de diésel de la locomotora que se descarriló el domingo pasado representa un riesgo de daño ambiental, debido a que el combustible puede infiltrarse a los mantos freáticos y a dos cuerpos de agua que corren cerca del lugar del accidente, uno de los cuales es una acequia utilizada para el riego agrícola.
Juan Carlos Torrecillas, jefe del departamento de Medio Ambiente del municipio, comentó que los inspectores de esta dependencia se acercaron a las vías férreas para ver las maniobras de Ferromex y verificar que el combustible derramado tuviera un tratamiento adecuado.
Precisó que los accidentes con hidrocarburos competen directamente al Gobierno Federal, en especial si sobrepasan los niveles de la norma. En el sitio donde ocurrió el descarrilamiento, se observó a funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), quienes realizaron una valoración del diésel derramado.
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Torrecillas señaló que fueron 17 mil litros de combustible los que cayeron al suelo, mencionando que se dispersó porque llovía en el momento en que ocurrió el accidente. Por lo anterior, el riesgo de contaminación de los cuerpos de agua fue elevado.
Indicó que lo recomendable, según los procedimientos ambientales, es neutralizar el hidrocarburo, que en este caso se hizo con tierra, para que se absorbiera y poder removerlo del lugar.
Asimismo, señaló que a la PROFEPA corresponde hacer un muestreo en el lugar para saber qué tanto se infiltró el combustible en el suelo, mencionando que en las inmediaciones corren un dren y un canal que se utiliza para regar tierras agrícolas, por lo que existe riesgo de contaminación.
El jefe del departamento de Medio Ambiente aclaró que no se puede contar inmediatamente con una valoración del posible daño, pues reiteró que deben practicarse ciertos estudios y muestreos, los cuales dictaminarán qué deberá hacerse en esta situación.
Indicó que la tierra con la cual se cubrió el diésel debe ser extraída del lugar, para posteriormente aplicársele un tratamiento con bacterias que se alimentan de hidrocarburos y así poder devolverla al sitio de donde la sacaron.
Patricio Barrera Juárez, coordinador de Protección Civil, comentó por su parte que fueron necesarios catorce camiones de volteo cargados con tierra y arena para cubrir el combustible desparramado.
Señaló que una empresa certificar se encargará de sanear el área afectada mediante la confinación y tratamiento del suelo, para evitar que se contaminen los mantos freáticos. El costo de estas labores se cubrirá con el seguro de la empresa Ferromex, la cual sufrió pérdidas superiores a los 560 millones de pesos por el descarrilamiento.