Aunque podría incrementarse la producción de forrajes debido a que hay agua en las presas, el próximo año tampoco pinta bien para los pequeños productores de leche de la región centro sur del estado, quienes se enfrentan aún a los costos altos de producción; en contraste, los establos más grandes podrán sostenerse aunque los precios de la leche sean bajos.
Lo anterior lo comentó José Carreón Ramos, vicepresidente de la Federación Mexicana de Lechería (FEMELECHE), quien afirmó que la crisis del sector no ha terminado.
“Todavía no hemos salido del problema que hemos traído desde la pandemia, en la falta del agua, con la subida de los insumos; le iba a comentar del tipo de cambio, pero gracias a Dios el tipo de cambio se ha mantenido estable”, declaró Carreón.
No obstante, consideró que en el caso de los productores más grandes podría haber una recuperación ligera, pero esto dependerá de cómo se den las condiciones en los precios internacionales de los granos que se utilizan para alimentar a las vacas.
A nivel regional, en cambio, se prevé un aumento en la producción de forrajes como la alfalfa debido a que hay mayor disponibilidad de agua en las presas La Boquilla y Francisco I. Madero.
“Afortunadamente tenemos agua en las presas y consideramos que la producción de forrajes va a ser bastante, y el mercado que tenga la alfalfa, pues podemos estabilizar el precio y podemos transitar muy bien, porque también los ensilajes, aparte del ganado lechero, vamos a tener muy bien atendidos la cuestión del forraje”, explicó.
Sin embargo, aceptó que los pequeños productores de leche seguirán batallando en 2023 porque se trabaja todavía con muchas carencias en el sector social, el cual requiere más apoyo del Gobierno Federal.
“Ellos han seguido trabajando… se lo digo porque formo parte de algunos comités, vamos juntos todos los lecheros: grandes, medianos y el sector social, porque a todos nos conviene tener un precio justo de nuestros productos”, afirmó.
Expuso que algunas vacas producen de 24 a 25 litros de leche al día, pero los costos de producción son más altos, por lo que se necesitaría pagar un precio de 12.50 pesos por litro al ganadero pequeño; en cambio, los establos más grandes pueden obtener ganancias si se les paga a 11.50 pesos el litro de leche.
“Sí es muy loable el esfuerzo que hacen los pequeños productores para poder sobrevivir; va a ser difícil el año, todavía nos faltan alrededor de dieciocho meses para poder decir: estamos del otro lado”, reafirmó.