Desde aparatos electrodomésticos dañados y alimentos echados a perder, hasta migración y problemas para dar de beber a su ganado, fueron los perjuicios denunciados por un grupo de habitantes del ejido Troya, que junto con otras familias de comunidades cercanas padecieron durante ocho días por el corte de energía hecho por la Comisión Federal de Electricidad.
Ante la situación, los pobladores del ejido solicitaron a las autoridades que los auxilien con despensas y la reposición de sus enseres domésticos descompuestos por el “bajón” en la electricidad.
Enclavada en una zona semidesértica, la comunidad de Troya permaneció una semana sin el servicio de energía eléctrica, hasta que este miércoles algunos productores agrícolas por su propia iniciativa y recursos la reconectaron.
Apenas antier se reanudó no sólo el suministro eléctrico, sino también el servicio de agua potable para los ejidatarios, quienes se quejaron de las afectaciones a sus animales de granja, principalmente borregos, a los que con dificultades pudieron sostener.
Señalaron que otros perjudicados fueron los niños en edad escolar, porque al interrumpirse la energía eléctrica se quedaron sin el Internet, su herramienta principal para acceder a las clases en esta época de pandemia en que las escuelas permanecen cerradas.
Uno de los lugareños señaló que en Troya viven alrededor de treinta personas, a quienes el corte energético les causó desperfectos en sus microondas, televisores y refrigeradores, provocando que los alimentos se echaran a perder.
Algunos de los pobladores tuvieron que irse del ejido al no haber electricidad para realizar sus actividades diarias.
Mencionaron que tampoco había electricidad en los ranchos vecinos y por esta razón les faltó el trabajo a los peones, cuya situación se tornó crítica en estos días. Ante lo anterior, los ejidatarios solicitaron a las autoridades responsables que los apoyen con una despensa y la reposición de sus aparatos electrodomésticos, los cuales adquirieron a duras penas.
Cabe recordar que fue el miércoles 3 de febrero cuando la Comisión Federal de Electricidad cortó los cables que abastecen de energía a los ejidos de Troya, Almoloya y Agua Fría, así como a varios ranchos, cuyos propietarios tienen adeudos con la paraestatal.
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