DELICIAS.- Considerado uno de los pocos lugares del estado donde se hace investigación científica, el Museo de Paleontología de Delicias cumplió en este 2022 cuarenta años de su apertura al público, atrayendo desde entonces a numerosos visitantes del país y del extranjero que acuden para admirar la colección de fósiles de dinosaurios, amonites, mamuts y otras especies que habitaron esta región en épocas lejanas.
Rodolfo Fierro, director del museo, señaló que este recinto abrió sus puertas por primera vez el 8 de mayo de 1982. Sin embargo, desde 1976 comenzó a recolectar y armar fósiles localizados en distintos sitios de la región.
El museo atrae cada año a numerosos visitantes interesados en conocer la herencia paleontológica del estado. Este 2022 no fue la excepción, pues han recibido gente de las ciudades de Chihuahua, Juárez, Puebla, Hermosillo, entre otras, así como a turistas procedentes de los Estados Unidos, España y otros países. Curiosamente, son pocos los delicienses quienes visitan el museo.
“Se van bien entusiasmados; hay un número muy importante de piezas originales en este museo que llama muchísimo la atención. La que sí no viene es la gente de aquí de Delicias, casi es el uno por ciento”, aseguró Fierro.
Una extensión del Museo de Paleontología es el Museo del Mamut, el cual se encuentra en la capital del estado, que igualmente recibe numerosos visitantes durante el verano. Ambos recintos, junto con el Museo del Desierto Chihuahuense, conforman un corredor importante de historia natural en la entidad.
Rodolfo Fierro destacó que cuentan con algunas piezas nuevas en exhibición, entre ellas el fragmento de un meteorito encontrado en 1969 en el Valle de Allende. Esta roca, afirmó, es la más antigua conocida por el hombre, preexistente incluso al sistema solar.
Sin embargo, el fósil más emblemático del museo es el dinosaurio con pico de pato, del cual se asegura fue el primero en ser armado y exhibido en México, mismo que permanece en exhibición desde hace cuarenta años. Aunque al principio se ensambló con algunas deficiencias, el dinosaurio ya está reestructurado conforme a la disposición anatómica de los huesos, destacó Fierro.
Igualmente, forma parte de la colección paleontológica un saurópodo que mide 25 metros de longitud y el cual es una de las piezas fósiles más interesantes de todo el país, porque sólo ha sido localizado en tres sitios.
También se exhiben un ceratops, cuya característica son los cuernos en el cráneo, y un anquilosaurio, que era parecido a un armadillo gigante, cuyos fósiles llaman bastante la atención de los visitantes.
En el museo no sólo se muestran los vestigios de otras épocas, sino que también se realiza investigación científica. Se han hecho varias publicaciones en conjunto con el Instituto Mexicano del Petróleo (con el cual se editaron tres catálogos de amonitas de México) y el Instituto Politécnico Nacional, a través de la Sociedad Mexicana de Paleontología.
Asimismo, científicos de la Universidad de Zacatecas y de Alemania han visitado el museo para estudiar las piezas fósiles.
En la actualidad, se lleva a cabo la investigación de un dinosaurio ceratops que llevará el nombre de Chihuahuatosaurius fierrensis, un trabajo que, como los demás, ha llevado muchos años y pone al estado en el mapa paleontológico.