El cultivo de la nuez pecanera está secando y dejando sin agua al municipio de Jiménez, en donde están sembradas 14 mil 500 hectáreas de nogal que anualmente producen 25 mil toneladas del fruto bien cotizado en el mercado mundial; el agua que se obtiene del subsuelo viene contaminada con arsénico y otros metales, y no es apta para consumo humano.
Arturo Rentería, integrante del Movimiento Cívico Jimenense (MCJ), afirmó que para crecer, una sola nuez requiere entre 60 y 100 litros de agua para su desarrollo; “un volumen estratosférico que alcanza magnitudes inconmensurables tomando en cuenta la producción anual”.
La explotación acuífera es tal, que de mil 200 pozos profundos, algunos de éstos ilegales, se extraen hasta 9 mil 850 litros de agua que se requieren para producir cada kilogramo de nuez; de esa cantidad de pozos, sólo 18 abastecen al sector doméstico de Ciudad Jiménez con agua de mala calidad para el consumo humano seguro.
CINCO DE ESOS POZOS ESTÁN ABATIDOS
Mucho se ha hablado del potencial de Ciudad Jiménez para generar frutos del suelo árido, situando a este municipio del sur de Chihuahua como una de las potencias en la producción de nuez pecanera. Sin embargo, posicionarse de esa forma ha generado estragos de los que mucho se ha hablado también.
Como esos estragos no son positivos, no han generado el impacto que debieran, señaló Rentería.
En publicaciones de El Sol de Parral, el jefe de la Secretaría de Agricultura en el Distrito Rural de Jiménez, Roberto Baca Perea, informó que sólo en esta región se cuenta con un total de 14 mil 500 hectáreas de nogal, las cuales dan una producción promedio de hasta 25 mil toneladas, lo que permite dimensionar el consumo de agua que se invierte en este cultivo.
Ante ello, el representante del MCJ señaló que si bien ya existen muchos sistemas de riego tecnificados que en primera instancia permiten optimizar el agua, la sobreexplotación de este recurso sigue siendo desmedida.
La situación es tal, que de los cerca de mil cien pozos registrados por la CFE en Jiménez, sólo 18 son destinados para consumo doméstico y únicamente 13 de éstos se encuentran operando.
El año pasado esos pozos rendían 128 metros cúbicos por segundo; ahora, sólo se extraen alrededor de 118 metros por segundo que se inyectan a la red general.
“Toda el agua se va a las nogaleras y otros cultivos, como la alfalfa y el maíz forrajeros. Lo anterior, sin contar los pozos irregulares, que si bien, no se sabe cuántos son en total, sí se conoce la existencia de varios de ellos”, destacó.
Por desgracia, la problemática no para en la escasez del vital líquido, sino que la poca que existe está contaminada con arsénico y otros metales tóxicos que existen en el subsuelo o partes bajas de los mantos freáticos.
“Anteriormente el agua salía a profundidades de hasta 50 metros o menos, pero por la sobreexplotación del recurso hídrico, ahora se tiene que perforar hasta los 400 ó 500 metros para obtener agua que ni siquiera se acerca a la norma que la considera segura”, explicó Rentería.
Asimismo, precisó que esa información está basada en estudios que han realizado instituciones y universidades como la Autónoma de Chihuahua (UACH), donde se indica que el agua de Jiménez presenta concentraciones de arsénico de hasta 475 partes por billón, cuando el límite permitido en el agua para uso humano es de 0.05 miligramos por litro, según el Consejo Hídrico Federal.
Reveló que dichos estudios también han arrojado resultados que de continuar con la explotación desmedida de los mantos freáticos, la Vieja Huejoquilla podría desaparecer en al menos una década por la falta de agua para consumo humano, ya que si ésta no se agota por completo, la que habría estaría aún más contaminada.
A esto hay que sumarle el impacto económico para la región, ya que si bien hay nogaleros locales, los grandes productores de nuez son foráneos de la laguna; incluso españoles que se llevan la derrama económica a otros lugares, aún cuando están acabando con los recursos naturales e hídricos.
El entrevistado indicó que, desafortunadamente y pese a la ubicación de “la puerta de oro al estado grande”, así como el potencial de desarrollo de actividades que posee, la escasez de agua ha alejado la inversión de las empresas para instalarse, de donde otras ya existentes se han retirado por la misma causa.
Con colaboración de Alejandro Romero | El Sol de Parral