Luego de la suspensión de la fabricación de drones previstos para el programa de reforestación en la sierra de Chihuahua, estudiantes y catedráticos del Instituto Tecnológico Nacional de México, Campus Cuauhtémoc, retomaron el proyecto al obtener los insumos que escasearon por los conflictos bélicos en el continente europeo.
El Director de la máxima casas de estudios, Armando Serrano Salomón, expresó que el proyecto estaba previsto para entrar en funcionamiento en el presente mes de agosto, para así aprovechar el periodo de lluvias y utilizar los drones para el “bombardero de semillas de vida” en puntos de difícil acceso para los brigadistas que participan en tan loable campaña emprendida por Grupo “La Norteñita”.
No obstante, los conflictos bélicos entre naciones de Europa, principalmente Rusia y Ucrania, motivó que los países proveedores de insumos electrónicos bajar su producción por los riesgos de una recesión mundial, por lo que, al carecer de los materiales indispensables, se obligó a posponer el proyecto.
Afortunadamente, durante la semana pasada se logró ubicar a un proveedor quien envió los componentes requeridos, permitiendo retomar el proceso en el que se tiene un avance importante, estimando que a partir del mes de septiembre se realicen las primeras pruebas para dar continuidad al ambicioso programa de reforestación con el auxilio de la tecnología.
Armando Serrano subrayó que este tipo de proyectos realzan el prestigio del Instituto Tecnológico, ya que más que una actividad lúdica, se involucra a los docentes y estudiantes en una cuestión social de gran trascendencia como lo es el aportar sus conocimientos para recuperar el bosque chihuahuense.
Al ser un prototipo, se espera que en un futuro no muy lejano el Instituto Tecnológico en Cuauhtémoc asuma la proveeduría de drones para diversas actividades, lo que coloca a la institución académica como una de las más importante en el país en su género.
Recordó que la fabricación de drones por parte del Tecnológico, surgió por petición de la empresa “La Norteñita” como parte de la campaña de reforestación a través del bombardeo de las “semillas de vida” que se realiza tras la pérdida de miles de hectáreas de bosque ya sea por incendios forestales como por la tala clandestina.