Noé y María del Carmen nunca imaginaron que concretarían su proyecto de matrimonio en la manera que lo hicieron; cambiaron la playa por las instalaciones del Hospital General de Zona No. 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Cuauhtémoc, Chihuahua.
La novia cambió su vestido blanco por una bata azul hospitalaria y sus damas de honor por los enfermeros Manuel García y Martín Lomo, así como la doctora Manuela Pérez Meraz, quienes, junto con el encargado de la dirección de la unidad, doctor Arturo Talamás Terrazas, fueron sus testigos en la boda civil realizada en área de terapia intensiva.
Las condiciones de salud de Noé, hospitalizado por problemas respiratorios y complicaciones cardiacas quien actualmente se encuentra estable, en pleno proceso de recuperación, permitieron que este evento se realizara, con todos los protocolos sanitarios establecidos.
Los novios solicitaron el permiso correspondiente, como cualquier otro derechohabiente, a las autoridades directivas del HGZ No. 16, quienes analizaron el estado de salud del paciente, así como la pertinencia en todos los aspectos de la realización de la unión civil, determinando la factibilidad de la autorización.
El momento llegó. Ahí estaba el novio, en la cama de hospital, con una mascarilla de oxígeno, tranquilo, esperando a la novia y al representante del Registro Civil que los casaría.
En frente, estaban los enfermeros Manuel y Martín, además de la doctora Pérez, evidentemente emocionados y contentos de ser testigos del primer matrimonio realizado en ese hospital y en todas las unidades hospitalarias del IMSS en el estado de Chihuahua.
En esa espera, Noé recordó que hace 6 años conoció a María del Carmen cuando daba la “vuelta” en una de las avenidas de Cuauhtémoc. “Ahí vi a una chica linda, que resultó ser cuñada de mi concuño; él me la presentó y así inició esta bonita relación”.
“La verdad el casarnos aquí fue lo último que me pasó por la mente. Hubiéramos querido casarnos en otras condiciones y hacer algo especial por lo significativo de la ocasión, porque es una boda, no cualquier cosa; pero se presentaron unos problemitas de salud y eso fue lo que nos hizo tomar la decisión de que fuera aquí en el hospital”, confesó.
“En la mañana ella me dijo: ¿sigues listo?, es que estas en el hospital. Yo le contesté: “claro, no vamos atrasar la fecha. Afortunadamente tenemos ángeles con su uniforme blanco que nos ayudan a salir adelante”, añadió.
Noé fue firme al sentenciar que “la situación es simple: sencillamente nos queremos. Hay una historia de amor detrás de esto. Tomamos la decisión. Para mí, ella es la definitiva y de aquí, vamos para adelante”.
Posterior al enlace civil, María del Carmen, aún bastante emocionada, compartió que la boda la venían planeando desde hace algunos años, pero no la había podido concretar. Incluso, tenían tres opciones de lugares para realizarla: en Guanajuato, Cuernavaca y Quintana Roo.
“Teníamos muchas ganas de estar en comunión con Dios, y hoy se nos hizo el momento preciso. Alargamos el tiempo, pero existe amor de por medio; hemos decido unirnos para toda la vida, no solamente por una firma, la familia está feliz porque saben perfectamente que nos amamos”, añadió.
Finalmente expresó: “no esperemos estos momentos de estar en el hospital, tomemos decisiones acertadas desde antes, los tiempos de Dios son perfectos y sólo Él sabe por qué suceden así. Persigan sus sueños; si están enamorados, busquen la felicidad”.