Las comunidades Menonita y Rarámuri con asentamiento en Cuauhtémoc no son ajenas a las tradicionales fiestas decembrinas, influenciadas por costumbres anglosajonas y norteamericanas, en las cuales familias de ambas etnias coinciden en algunos aspectos y contrastan en otros.
Al respecto, la gobernadora Tarahumara Josefina Aurora Velazquillo Cruz, líder en la colonia rarámuri "Rayénari" en ciudad Cuauhtémoc, explicó que los hábitos con motivo de estas fechas son diferentes en asentamientos ubicados en la región serrana a los de la población ubicada en zonas urbanas.
Refirió que en la sierra su pueblo no acostumbra, por ejemplo, colocar adornos navideños como luces y árbol, y únicamente realizan reuniones familiares para las cuales preparan platillos de alimentos que normalmente consumen en cualquier otra fecha del año como res, puerco o pollo.
En dichas reuniones es común que los indígenas organicen danzas, parecidas a las que efectúan durante la semana santa, en las cuales los tradicionales "Matachines" realizan bailables hasta el amanecer motivados por las famosas "Tesgüinadas".
En el caso de la colonia Rayénari, conformada por cerca de 150 familias, Velazquillo Cruz indicó que cada vez es más normal observar en algunos hogares arreglos navideños, sin embargo los rarámuri más civilizados siguen dando más importancia a las reuniones con fines sociales o familiares que a lo que representa la Noche Buena o la Navidad en otras culturas.
En cuanto a la cena navideña añadió que se preparan platillos comunes y son pocas las familias que cocinan pavo o pierna de puerco ahumada, esto principalmente por cuestiones económicas. Señaló que la mayoría sólo tienen nociones del porqué se celebran estas festividades y muy pocos les dan un valor religioso.
Por otro lado, Jacobo Feer, habitante del campo 7 y medio de la colonia Manitoba, comentó que por costumbre religiosa, en la comunidad Menonita gran parte de sus miembros saben y conocen el significado de la Navidad y dan más relevancia al día 25 de diciembre que a la Noche Buena el día 24.
En parte, dijo, se debe a las enseñanzas religiosas que reciben desde niños ya que la mayoría de las familias acuden de forma periódica a iglesias o templos donde se profesa la fe evangélica protestante; incluso organizan servicios religiosos especiales el día 25 de diciembre, antes de reunirse a comer ese día, ya que para ellos es más importante que la cena en Noche Buena, como lo acostumbrado por los mestizos.
Sin embargo, a diferencia de los rarámuri, los menonitas están más influenciados por rituales navideños modernos, principalmente por sus nexos familiares y actividades comerciales, estudiantiles y turísticas con ciudades de Canadá y la Unión Americana, por lo cual es más normal observar viviendas con decoración navideña en los diferentes campos menonitas.
Jacobo Feer también comentó que las familias menonitas no tienen algún platillo tradicional o específico para preparar en estas fechas, a pesar de contar con una amplia gastronomía y se inclinan a cocinar lo convencional, acompañado de algún platillo típico como galletas o pan.
Más allá de las tradiciones o costumbres de estas dos culturas que forman parte del crisol social del municipio de Cuauhtémoc, ambos entrevistados desafortunadamente coinciden en que un importante número de miembros de sus comunidades ven en estas fiestas, la oportunidad perfecta para el consumo en exceso de bebidas embriagantes y otro tipo de sustancias más allá de practicar la unidad y convivencia familiar que deberían prevalecer por este motivo.