“Cualquier descubrimiento importante debe registrarse, y la mayoría de los que se encuentran en Chihuahua se va al mercado negro, y no están en los museos porque se venden, y esos ejemplares se pierden para la ciencia; hay mucho tráfico en el mercado negro, y no está regulado”, denunció Abelaid Loera Flores, maestro en Ciencias de la Tierra, sobre los fósiles encontrados en el territorio estatal.
El maestro Loera Flores, quien descubrió un cráneo de mosasaurio en el municipio de Ojinaga, Chihuahua, lamentó que se perdieran restos de animales paleolíticos, que darían luz sobre la fauna que habitaba en la zona, además de algunas patologías y su migración a otras latitudes.
Sobre su descubrimiento, compartió que fue en el año de 2011, y el reporte fue en el 2013, periodo que tardó en escribir el informe y la revisión para que lo aprobaran.
“Estos animales son importantes porque evolucionan muy rápido y se dispersaron por todo el mundo, muy rápido. Los últimos veinte años en la era de los dinosaurios, en términos de la evolución, es importante, se han encontrado hasta la Antártida, desde Canadá hasta Argentina, pero no habían contemplado a Chihuahua porque no había habido descubrimientos, que es la franja que les falta. Con esto comprobamos que se pueden encontrar más restos. Sí debe haber más”, afirmó.
En ese sentido, comentó que el Consejo de Paleontología del INAH trata de establecer un reglamento para regular los fósiles, porque son propiedad de la nación, pero no están incluidos en una ley como bienes arqueológicos, por lo que se está gestionando un reglamento, para que ya sean incluidos.
“Falta el reglamento que diga cuáles sí y cuáles no. Los fósiles más comunes son como conchitas; si se encuentran se puede hacer desde una colección privada a un avance en la ciencia -como este ejemplar de un dinosaurio-, descubrir una especie nueva, una rareza, o huesos con patología que sirve para entender las enfermedades de los huesos de los dinosaurios, que sí deben estar registrados”, señaló el experto.
Acotó que actualmente existe un formato de registro en el INAH de Bienes Paleontológicos, donde se puede registrar un ejemplar. El procedimiento es que quien lo descubre lo presenta, luego lo revisa un paleontólogo de acuerdo a su importancia. Un área donde hay muchos fósiles la pueden registrar como bien inmueble, y las colecciones de los museos.
“Chihuahua tiene un potencial enorme, por su territorio es muy grande, lo más seguro es que lo encuentre la gente de los ranchos y de los ejidos, y que posteriormente sean verificados por un paleontólogo”, finalizó.