El pianista de origen Rarámuri Romeyno Gutiérrez, condena los asesinatos a activistas defensores de las tierras indígenas en la zona serrana. “Es lamentable que nuestros hermanos estén siendo asesinados, con mi música, espero poder inspirar a las personas para hacer un lazo de amor con el prójimo”, fueron sus palabras durante su visita a Parral, donde ofreció un concierto. Cabe citar que según Amnistía Internacional, desde 1973 al 2018, han sido asesinados 36 activistas en el estado.
El primer pianista Rarámuri en América Latina, Romeyno Gutiérrez, opinó sobre los activistas asesinados en tierras indígenas de la entidad, durante su visita a esta ciudad, donde tocó sus piezas en el Centro Cultural Palacio Alvarado, en un evento de la Secretaría de Cultura.
Al ser abordado, sobre su opinión ante estos asesinatos perpetrados en contra activistas que han protegido las tierras indígenas, habló sobre la importancia de realizar su música, asegurando que ello le da pauta para crear un mensaje positivo.
“Lamentablemente es triste que pasen esas cosas, que asesinen a nuestros hermanos, lo que trato de hacer es sensibilizar a través de la música ya que es lo que tenemos para poder llegar a las personas para que acaben este tipo de situaciones”, exclamó el músico.
Con su típica vestimenta, Romeyno Gutiérrez habló sobre este arte que el ejecuta a través del piano con su música, representando a su pueblo en cada lugar en el que es presentado como el primer pianista Rarámuri de Latino América.
“Lo que trato de hacer es enviar un mensaje a través de la música, representando a mi pueblo, es un orgullo descender de una etnia que tiene una rica cultura, yo creo que es lo más cerca que podemos llegar al prójimo, formar un lazo de amor con el próximo”, puntualizó.
Cabe señalar que sobre los casos de activistas Indígenas asesinados en la entidad, los cuales han sido victimados en el territorio que defienden, suman ya 36, desde 1973 hasta 2018, los dos últimos más recientes, el de Isidro Baldenegro López y el de Julia Carrillo, ambos asesinados en su embestidura de defensores de las tierras indígenas. Según la Amnistía Internacional (AI) para las Américas.