Debido a la inseguridad colocó una reja en la puerta de su tienda para despachar ya que fue asaltada y desde entonces ya no confía en dejar entrar a la gente, sin embargo, ahora con la pandemia del coronavirus en que se da la disposición de no tener juntas a las personas y respetar la sana distancia, la señora María Laura Guerra indicó que continúa despachando desde la reja a sus clientes y sigue trabajando sin ser molestada.
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María Laura Guerra, propietaria de la tienda de abarrotes de la calle San Esteban, en el centro de la ciudad, dijo que debido a que fue asaltada hace tres años y fue víctima de la inseguridad que se da en la ciudad, decidió colocar una reja para mayor seguridad, comentó que desde entonces ha tenido temor que la vuelvan a robar, ya que en aquella ocasión un sujeto con un cuchillo entró a la tienda y la amenazó si no le entregaba el dinero de la venta.
Es por ello que para no volver a pasar otro susto y tener más seguridad decidió colocar una reja, desde entonces a ella le da más confianza no dejar que la gente pase hasta el negocio, sin embargo ahora con las medidas sanitarias del Covid-19, en donde se recomienda que no se junten las personas en lugares cerrados, ella continúa despachando desde el interior de la tienda, sin la necesidad de que se les aglomeren los clientes.
Indicó que ya no tiene el mismo número de ventas, ya que le han bajado desde que la gente ya no sale de sus domicilios y que hay días en que vende sólo de 50 a 100 pesos por diarios, considera que los demás comerciantes se encuentran en la misma situación, gracias a que ella vende productos por catálogo es que están saliendo adelante con los gastos de la casa.
Agregó que ellos son cuatro de familia, ella se hizo cargo de la tienda desde que se la dejó su abuelo ya hace años y que desde que la saltaron decidió poner la reja en la puerta de la tienda y despachar desde el interior del negocio.