Ciudad Juárez, Chih.- El posible retroceso al color rojo o la implementación de las nuevas restricciones que podrían darse ante el incremento de contagios por Covid-19 representan una amenaza para los comerciantes de la localidad, pues aseguraron que un cierre más ya no lo soportarían, “sería la muerte”.
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El lunes, el gobernador Javier Corral Jurado anunció que habría una reunión con el Consejo Estatal de Salud para ver las posibilidades que habría de regresar al color rojo o hacer una naranja aún más restrictivo, donde se incluyan los “supercierres” ante el aumento de contagios por Covid-19; sin embargo, esto ha alertado de nueva cuenta a los comerciantes, quienes en su mayoría aún no se han podido recuperar del primer cierre.
Eva Aguirre, locataria de la zona Centro, comentó que esto representa una amenaza para todos los comerciantes, no sólo para ella. Desde marzo de 2020 tuvo que cerrar su puesto de dulces ubicado en la colonia Ignacio Mariscal. Hace unos cuantos meses pudo volver a abrir, pero no ha logrado recuperarse ante la crisis económica que aún atraviesan decenas de familias.
Nos vinieron a cerrar y era puro pagar renta, ahorita que apenas llevamos unos meses trabajando se ve la amenaza de volver otra vez a lo mismo, no me quiero imaginar de esta, muchos ya no nos levantamosexpresó.
Dijo que en el poco tiempo que llevan trabajando, no se ha podido juntar mínimo un fondo que les ayude a sobrevivir en lo que pudieran estar cerrados, pues ni clientes han tenido.
Por su parte, Juan Enrique Vázquez, quien tiene un local de invitaciones y artículos de bodas y XV años, dijo que sus ventas no han podido aumentar ni siquiera el 30 % de lo que tenían antes de la pandemia, por lo que un cierre representaría prácticamente “la muerte” del negocio.
“Esta vez que cerramos, para nosotros fue muy difícil volver a abrir, ahora más que no hemos tenido ventas, ni siquiera tenemos un soporte para volver, porque prácticamente es volver a empezar de cero”, dijo.
Raúl Higuera, propietario de un módulo de reparación de celulares, mencionó que pese a que ellos tienen permitido trabajar por ser un negocio considerado como esencial, regresar a un semáforo rojo también representaría un riesgo para ellos ante la falta de gente.
“Sería muy difícil porque la gente no sale, sería muy perjudicial para nosotros. A nosotros sí se nos permite abrir porque la gente necesita estar comunicada, pero no ganamos nada porque la gente no viene”, expresó.
Higuera mostró los protocolos de seguridad que se tienen al entrar al negocio; sin embargo, dijo, la gente continúa sin acatar las medidas para evitar la propagación del virus y evitar regresar de nuevo al color rojo del semáforo epidemiológico.
“El problema es que la gente no entiende, anda en reuniones y fiestas, en algunos negocios ponen en la entrada el gel, el tapete y la toma de temperatura, pero estando adentro ya todos andan sin cubrebocas, y no entienden porque quienes más perjudicados se ven son los comercios, a los que les van a prohibir abrir”, señaló.
Por su parte, el alcalde Carlos Ponce Torres aseguró que hay una preocupación por el aumento de contagios que se ha dado en la localidad, tengo entendido que hay hospitales que ya no tienen capacidad, en algunos hospitales ya se están preparando para lo que se avecinadijo.
Comentó que el municipio ha estado insistiendo en seguir con las medidas sanitarias; sin embargo, no se ha obtenido una buena respuesta por parte de la ciudadanía.