En redes sociales, por WhatsApp o páginas de venta libre se oferta un sinfín de servicios y productos para rejuvenecer, modificar el contorno del rostro y nariz o "moldear" el cuerpo, y aunque algunos se publicitan como "spas" o salas de belleza, otros sólo se dedican a vender los productos sin receta médica, cédula o algún documento que los avale como personas autorizadas para adquirirlos.
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Los negocios más comunes que se pueden encontrar en páginas de Facebook son las llamadas "clínicas de belleza", "centros de belleza integral", o páginas de suplementos.
En estos últimos lo más común son los productos inyectables "quema grasa", mismos que se venden sin receta médica, pues incluso, las personas que los ofertan brindan asesoría a distancia para que cualquier persona se pueda "autoaplicar" el tratamiento.
El precio de las ampolletas para "moldear la silueta sin cirugía" se ofrece en paquetes de 2 mil a 3 mil pesos, e incluye la sustancia inyectable, que según explican los vendedores, es completamente segura por tratarse de compuestos botánicos.
De esta forma, los paquetes incluyen las ampolletas, y jeringas tipo insulina para que los mismos clientes se autoapliquen en el área que deseen reducir.
Generalmente, quienes se dedican a este tipo de ventas o servicios sin el correspondiente permiso o preparación, utilizan anuncios que prometen rejuvenecer la apariencia "sin cirugía".
Entre las técnicas que se ofertan a un bajo costo, se encuentran los llamados hilos tensores, que algunos especialistas aplican sin embargo, cualquier procedimiento debe realizarse por un profesional.
Los beneficios que ofrecen son tratamientos "no invasivos", que producen el llamado efecto "lifting", o bien, el levantamiento de piel del rostro, ya sea mejillas, área de cejas, o papada.
Inmediatez, naturalidad y bajo precio en lugares que no son atendidos por especialistas, y generalmente operan como spas, estéticas, son algunas de las señales que pueden advertir que no se trata de profesionales, y por el contrario, pueden poner en riesgo la salud de las personas.
Por lo anterior, tanto la Cofepris como la Coespris exhortan a la población a no acudir a estos lugares, ya que no cuentan con permiso, no se ofrece atención por un especialista, por lo que no existe ninguna garantía para los clientes.
Además, intentar autopracticarse este tipo de procedimientos, pone en riesgo a la persona, pues una inyección mal aplicada puede dejar daños graves, desde inmovilizar el músculo de manera temporal, hasta daños permanentes.
Nota original en El Heraldo de Chihuahua