“Atentar contra la raíz de lo más sagrado que tenemos como seres humanos, es un reflejo del grado de barbarie al que se ha llegado por la violencia e impunidad”, afirmó Monseñor Juan Manuel González Sandoval, obispo de la Tarahumara, tras los recientes hechos delictivos en Guachochi, a la vez que exigió a las autoridades que busquen estrategias y políticas que lleven a la paz social.
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El Obispo lamentó que los integrantes del cártel de Sinaloa hayan profanado el templo, un centro ceremonial para los indígenas y una casa de oración para los creyentes.
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De la misma manera se dolió por el desplazamiento forzado de los miembros de la comunidad, quienes abandonaron su hogar para salvaguardar su integridad.
El jerarca de la iglesia católica en la zona serrana manifestó el temor que existe luego de que el templo fue destrozado, por dentro y por fuera, así como el haber acabado con la vida de una persona.
“Pedimos y suplicamos a todos los que están involucrados en grupos delincuenciales que rectifiquen su camino, recordando que todos somos hermanos y el don más precioso que nos ha dado Dios, es la vida del cuerpo y del alma”, señaló monseñor en el manifiesto donde implora por la paz en la Tarahumara, pues a un año del asesinato de los sacerdotes jesuitas Morita y Gallo, y de los dos civiles, la violencia no ha dado tregua, sino que los hechos violentos van en ascenso.
Elevó una plegaria para que el Espíritu Santo y la Santísima Virgen les mueva el corazón y decidan cambiar su vida, porque todos desean vivir en paz.
Monseñor Juan Manuel reconoció que los problemas sociales y económicos por los que atraviesa el país obligan a muchos a enfilarse en el crimen organizado o a realizar acciones ilícitas, pero nada de ello justifica arrebatarle la vida a una o muchas personas.
Exigió a los tres órdenes de gobierno para que se implementen estrategias y políticas que brinden una verdadera seguridad que otorgue paz social, que haya oportunidades para todos y se logre la pacificación de la sierra.
Más información: El Heraldo de Chihuahua