“Nosotros hacemos votos para que se mantenga el diálogo con gran apertura”, señaló el sacerdote jesuita Javier “Pato” Ávila Aguirre, tras la firma del Compromiso Nacional por la Paz, donde la candidata por la coalición Sigamos Haciendo Historia firmó bajo reserva al no estar de acuerdo con el análisis que presenta sobre la inseguridad en el país.
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El cofundador de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos en la Sierra Tarahumara consideró que como todo candidato, los tres aspirantes a la presidencia de la República Mexicana mostraron una posición muy abierta, sin embargo, esperarán a ver quien gane y ver la respuesta que dará a la propuesta que recoge el documento que la tarde del pasado lunes presentaron la Conferencia del Episcopado Mexicano y organizaciones civiles y religiosas.
Refirió que el candidato por Movimiento Naranja y la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México firmaron tranquilamente e incluso se comprometieron a hacer suyas las recomendaciones del documento. La otra candidata firmó bajo reserva al no estar de acuerdo en varios puntos, “tiene derecho y ojalá se mantenga el diálogo porque ese es el camino”.
El defensor considera que las diferencias tienen que enriquecer, no conflictuar, “se tiene que mantener un diálogo abierto y si esta señora dice: no estoy de acuerdo en que esté tan inseguro el país y que tiene puntos de vista diferentes de la desmilitarización, son temas de diálogo”. Bajo este panorama esperan que ese diálogo permanezca.
Hay que recordar que los Diálogos de Paz surgieron a raíz de los cuatro homicidios perpetrados en junio de 2022 en Cerocahui, de los cuales se ha visibilizado más el de dos sacerdotes jesuitas: Javier Campos y Joaquín Mora, donde también murieron el guía de turistas Pedro Palma y el joven Paul Berrelleza.
El Pato Ávila mencionó que a raíz de ese hecho tan lamentable, los jesuitas, obispos, religiosos y religiosas empezaron a dialogar y consultar con todo el país para ver qué pensaban sobre la situación de inseguridad, si realmente había o no paz.
Estos dan pie a la celebración de varios conversatorios en diversos estados de la República Mexicana, como resultado de ellos se construye la Agenda por la Paz que fue el documento que se les entregó a quienes aspiran a la presidencia de México.
“Es un documento muy bien elaborado, bien hecho y muy pensado, pero sobre todo muy consultado y dialogado por la sociedad civil”, enfatizó el sacerdote jesuita, quien aspira a que el diálogo siga y que haya paz.
Resaltó que aunque los obispos iniciaron el movimiento por la paz, día a día se suman más personas de la sociedad civil a la lucha, “hasta que logremos un México en paz y una paz con dignidad”.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Chihuahua