A 6 meses de los asesinatos de los sacerdotes Javier Campos SJ, Joaquín Mora SJ, el guía de turistas Pedro Palma y Paúl Osvaldo Berrelleza, Jesuitas México reconocen los esfuerzos por dar con el culpable pero condenan la impunidad que persiste en el caso y hacen una llamado a las autoridades a revisar estrategia de seguridad pública de la región.
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Fue el pasado lunes 20 de junio cuando se reportaba el asesinato de los sacerdotes Jesuitas y el guía de turistas en la parroquia de Cerocahui, una localidad en la zona serrana del estado de Chihuahua, en la que ambos parrocos habían trabajado por años.
Después de esto se encontró el cadáver de jóven Paúl Osvaldo Berrelleza, y se rescató a su hermano Jesús Armando, quien estuvo desaparecido 18 días, se cree que el culpable podría ser José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco.
Sobre esto y a seis meses de lo ocurrido en esta comunidad serrana a través de la página oficial de Jesuitas México, los mismos mencionan que continúan exigiendo verdad y justicia, “condenamos la vergonzosa impunidad que se vive ante estos y miles más de homicidios, indiferencia y el silencio no son una opción y las muertes piden ser escuchadas”.
Afirmaron también que esperan paz para las comunidades de la Sierra Tarahumara y todo el territorio nacional, y se unen a las voces de las miles de víctimas en el país y la de pueblos como Cerocahui que quieren vivir seguros, afirmando que para esto es necesaria justicia expedita y real.
Con esto, hicieron un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que revisen la estrategia de seguridad pública de la región, así como la implementación de medidas para proteger a la población y a las víctimas, mencionando que continúan los asesinatos, las extorsiones, la tala clandestina y los desplazamientos forzados.
Solicitaron con esto poner atención a la situación de Cerocahui y todo el Municipio de Urique en materia de seguridad, para diseñar un plan para mejorar las condiciones del mismo a largo plazo, que implique garantizar el buen ejercicio de la función pública y la coordinación interinstitucional.
Afirmaron que la Sierra Tarahumara atraviesa desde hace muchos años por una situación de inseguridad y violencia que no ha sido atendida de forma adecuada por las autoridades, por lo que continuarán levantando la voz para exigir justicia.
Por otro lado reconocieron la labor de Javier Campos SJ y Joaquín Mora SJ, por donar la vida hasta el final pues fueron asesinados sirviendo, y aunque se hayan llevado sus vidas ellos continúan teniendo su memoria, su fuerza y su dignidad.
Asimismo agradecieron el cariño y la solidaridad de las personas ante esta pérdida, Javier Campos solía decir “Sé en quién me he confiado”, y hoy sus palabras resuenan con esperanza en nuestros corazones agregaron.
Publicado originalmente en: El Heraldo de Chihuahua