La diputada federal por Chihuahua, María de los Angeles Gutiérrez, expresó que ante el reducido presupuesto federal para los estados y los municipios, los gobiernos locales tendrán que buscar la manera de gestionar recursos extraordinarios y buscar inversión federal para obra pública; señaló que la desaparición del Fondo Minero es algo que afecta de manera importante a los municipios, ya que representaba obras de infraestructura en beneficio directo de los ciudadanos.
Destacó que el reparto de los recursos por parte de la Federación, es bastante injusto e insuficiente, pues en el caso de Chihuahua, se le regresa sólo el 20 por ciento de lo que aporta, cantidad que debe ser repartida entre el estado y los municipios.
Recordó que la desaparición de los fondos y fideicomisos, han afectado mucho a los municipios, y tras su desaparición, se dejó de ver el reflejo de las aportaciones que llegaban por medio de esos fondos, lo que cambió la dinámica en la economía de los municipios rurales y por ende, la economía social.
“Yo siempre he manifesté en contra de la desaparición de todos los fondos y fideicomisos, en especial el del Fondo Minero, porque era un recurso demasiado importante para algunos municipios de Chihuahua, ese se veía reflejado en las comunidades, pero lamentablemente lo desaparecieron”, dijo la diputada panista.
Mencionó que ha mantenido coordinación y comunicación con los presidentes municipales de su distrito, quienes le han externado preocupación por la eliminación del Ramo 23, recurso con el que los diputados y los alcaldes podían definir cuáles obras eran más importantes para hacer y mejorar sus comunidades.
Ante esto, explicó que como diputada federal, buscará gestionar con la gobernadora María Eugenia Campos y continuar siendo un canal de comunicación entre los alcaldes y los titulares de las dependencias estatales, para que se puedan apoyar y que se sienta lo menos posible la afectación por la reducción del presupuesto federal.
Ángeles Gutiérrez, destacó que lo más importante no es que le vaya bien a los alcaldes, sino a los ciudadanos, por lo que los ediles deberán ser muy ingeniosos para gestionar los recursos necesarios para poder llevar a los ciudadanos obras que realmente les beneficien, obras sociales que vayan encaminadas a mejorar las comunidades y a sus habitantes.