Control de ingresos, control de gastos, generación de deudas, manipulación de bienes, y restricción del acceso a recursos financieros, son las expresiones más comunes de la violencia económica que padece 2 de cada 10 mujeres de 15 años o más en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
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La violencia económica o financiera es un tipo de abuso que ocurre cuando una persona controla o manipula los recursos financieros de otra persona para mantener poder y control sobre la misma. Este control puede manifestarse de diversas maneras, como restringir el acceso a productos financieros, controlar los gastos o evitar que la víctima genere ingresos.
Esta violencia usualmente se produce dentro del ámbito familiar y tiende a ser ejercida por la persona que tiene el control económico, quien suele ser un hombre, lo que pone en situación de vulnerabilidad a las mujeres. Sin embargo, no se descartan casos en los que ocurre lo contrario.
Según información del INEGI, en el país, 2 de cada 10 mujeres de 15 años o más reportan vivir esta clase de violencia a lo largo de su relación. Además, este tipo de violencia ocupa el segundo lugar con más prevalencia entre las mujeres, después de la psicológica.
Estos abusos pueden repercutir profundamente en la autonomía de las mujeres e incluso propiciar otros tipos de violencia dentro del hogar.
El primer paso para poder erradicar un problema es reconocerlo. En este sentido, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), enlistó las expresiones más comunes de la violencia económica para que puedan ser identificadas:
Una de estas es el control de ingresos: El abusador impide que la víctima trabaje o genere sus propios ingresos o, en caso de que se cuente con ingresos propios, llega a confiscarlos.
Aunque también el control de gastos: Se limita o supervisa estrictamente el manejo del dinero de la otra persona, haciendo que incluso llegue a pedir permiso para hacer uso de sus recursos.
Aparte, la generación de deudas: La persona abusiva genera deudas a nombre de la víctima con o sin su consentimiento. Así como la manipulación de bienes: Se dispone de bienes de la víctima sin su permiso o en su nombre.
Y la restricción del acceso a recursos financieros: La víctima es privada del acceso a cualquier producto o servicio financiero, como tarjetas, créditos o seguros.
Ante ello, la Condusef expuso que la Educación Financiera es una herramienta clave en la prevención de la violencia económica, pues brinda conocimientos y habilidades que empoderan a las personas en este aspecto y les permiten manejar sus finanzas de manera eficiente e independiente.
Algunas de las habilidades que se pueden adquirir al tener una buena Educación Financiera, con las que se hará frente a este tipo de abusos son: Autonomía económica, conocimiento de derechos y recursos, capacidad de planificación, y conciencia y prevención.
Conscientes de que el grupo más vulnerable a este tipo de abusos son las mujeres, la Condusef, en colaboración con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), unieron esfuerzos para crear el Proyecto Minerva.
Se trata de un proyecto que nace de la necesidad de preparar a las mujeres mexicanas con información y herramientas que les permitan acceder, comparar y escoger los servicios financieros apropiados para sí mismas, sus familias e incluso sus empresas; todo bajo un enfoque de perspectiva de género.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua