A pesar del frío que se ha experimentado en la ciudad de menos de 6 grados centígrados durante las noches y las mañanas, el flujo de migrantes continúa llegando a la ciudad en pequeños grupos que se esparcen en los alrededores de las instalaciones de Ferromex.
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En un recorrido realizado por esta casa editora, se localizaron más de 30 extranjeros provenientes de Centroamérica, quienes mencionaron que generalmente han sido tratados de buena manera por los ciudadanos mexicanos, no obstante, han tenido múltiples roces con los operadores y guardias de Ferromex.
Varios de los migrantes comentaron que fueron obligados a bajar de los vagones en los que habían viajado hasta Chihuahua capital hace dos días, y desde entonces se dedicaron a pasear entre calles para encontrar un lugar donde pasar las noches heladas de la ciudad.
Lo anterior, debido a que elementos de la Policía Estatal y del Instituto Nacional de Migración junto con los guardias de Ferromex están cuidando las instalaciones férreas, para evitar que los extranjeros se acerquen a los vagones y que se suban.
Esto como un intento de salvaguardar su integridad física y la de sus hijos, debido a los múltiples accidentes que se han reportado desde que el flujo de migrantes aumentó durante los meses de septiembre y octubre.
Incluso se ha mencionado uno de los accidentes más recientes, cuando a finales de noviembre un hombre migrante sufrió una amputación de una de sus piernas al ser arrollado por uno de los trenes mientras estaba dentro de las instalaciones férreas.
Aun así, los extranjeros continúan quejándose del trato de dichas autoridades por la violencia con la que tratan a las personas, muchos de ellos incluso asegurando que sus derechos humanos fueron violados.
Los migrantes que se encuentran cerca de las vías en la colonia Concordia comentaron que durante el tiempo que han estado en la ciudad, uno de los guardias les saco una chicharra para amedrentarlos, a pesar de que no la utilizo en ninguno de ellos, logró su cometido de infundir miedo para que no entrar a las instalaciones de Ferromex.
En la búsqueda de un lugar donde pasar la noche, una persona los invitó a su casa para que pudieran descansar, también les brindó de alimento y agua caliente, sin embargo, admitieron que el techo de su cochera no fue suficiente para mantenerlos calientes durante la noche.
Durante la madrugada del sábado salió un tren de Chihuahua, querían subirse para poder irse la ciudad, pero llevan menores de edad con ellos por lo que decidieron quedarse, puesto a que los vagones estaban cerrados y era demasiado peligroso subir así los niños.
Los migrantes agradecieron la amabilidad de la persona que les permitió quedarse en su hogar y por la mañana volvieron a partir para instalarse más cerca de las vías del tren, en caso de que tuvieran la oportunidad de subirse a uno de los vagones que los lleve hasta la frontera con Estados Unidos.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua