El pueblo rarámuri, palabra que significa "pies ligeros" o “corredores ligeros” haciendo alusión a la importancia del correr y caminar para su cultura, son un pueblo originario del norte de México, arraigados principalmente en la Sierra Tarahumara del estado de Chihuahua.
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Cuando nos sumergimos en su cultura y su lenguaje, descubrimos un rico abanico de términos que utilizan para referirse a los miembros de la familia. Desde los más pequeños hasta los mayores, cada uno tiene su propia designación especial.
De los más chiquitos a los más grandotes
Comencemos con los más jóvenes. De acuerdo al antropólogo Marco Vinicio Morales, los bebés, independientemente de su sexo, son cariñosamente llamados "Mochí", quizás haciendo referencia a su delicadeza como "pies ligeros" en su fase más temprana. A medida que crecen, los niños son "Towí", mientras que las niñas son "Tiwé" o "Tewé".
El camino hacia la edad adulta trae consigo un cambio de nombre. Alrededor de los 13 años, los "Towí" y "Tiwé" se transforman en "Rejoy" y "Mukí", hombres y mujeres respectivamente, marcando el inicio de una nueva etapa en sus vidas.
Ahora, pasemos a los términos que se utilizan para describir las relaciones familiares. El padre es "Onó", mientras que la madre es "Eyé", ambos pilares fundamentales en la estructura familiar. Los hermanos se llaman "Ba’chira", y los gemelos, ya sean mellizos o gemelos, son cariñosamente referidos como "Malíachi".
En cuanto a las abuelas y abuelos, la abuela materna es "Usú", la abuela paterna es "Akáchura", el abuelo materno es "Aparocha", y el abuelo paterno es "Ochíkare".
Es interesante notar que la terminología puede variar ligeramente dependiendo de la región y la tradición familiar. Por ejemplo, según Bennett y Zing, exploradores y etnógrafos estadounidenses, mientras que el padre tiene un término diferente para referirse a su hijo ("Nolá") y su hija ("Malá"), la madre emplea un mismo nombre para todos sus hijos ("Ránala").
En definitiva, cada nombre y término en el idioma rarámuri lleva consigo un profundo significado cultural y familiar, reflejando la importancia de los lazos familiares dentro de esta vibrante comunidad indígena.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Chihuahua